La Tercera, 29 de septiembre de 2018
Opinión

5 de octubre ®

Sylvia Eyzaguirre T..

La expiración de una patente o de la marca registrada no es bueno para el dueño de la misma, pero ello beneficia a todos los ciudadanos. Esta fecha fue por mucho tiempo la marca registrada de la centroizquierda.

¿Por qué a la izquierda le molesta que la derecha también quiera conmemorar el resultado del plebiscito del 5 de octubre? La hegemonía respecto del valor de la democracia, al menos en lo que respecta a Chile y nuestra reciente historia, es un triunfo político y cultural de la izquierda. De ahí lo curioso que resulta que sea precisamente a la izquierda que le moleste esta transformación de la derecha. Por supuesto, es más fácil y políticamente más rentable oponerse a grupos fascistas o antidemocráticos, pero nadie que sea justo puede acusar al gobierno y, en general, a la derecha chilena actual de fascista o antidemocrática, y esto es bueno para Chile.

El 5 de octubre debería ser una fecha de celebración nacional, pues ese día el pueblo chileno decidió a través de una elección transitar hacia la democracia. Es verdad que en aquel entonces un 44% de los votantes prefirió mantener la dictadura con Pinochet a la cabeza. También es verdad que muchas de las personas que hoy están en el gobierno, en los partidos políticos de la derecha y en el Parlamento votaron por el Sí. Sin embargo, ¿no tienen esas personas derecho a cambiar de opinión? ¿No es legítimo que después de 30 años, quienes votaron por el Sí hoy reconozcan que se equivocaron y que la opción del No fue la mejor opción para Chile? ¿Por qué algunos creen tener un estándar moral superior que censuran la celebración de los conversos?

Curiosamente, la izquierda más rabiosa es aquella que todavía defiende regímenes dictatoriales como los de Cuba y Venezuela. Y para quienes no se arrepienten de haber votado por el Sí, ¿no es acaso un gran triunfo que se vean obligados a celebrar hoy ese día? ¿No es un gran triunfo de la democracia que el gobierno de turno, independiente de su color, se vea obligado a celebrar este día, pues es condición de posibilidad para que hoy pueda estar gobernando?

Es verdad que quienes lucharon en aquel entonces por instaurar la democracia en Chile pierden poder cuando el triunfo, que era de ellos, ahora se comparte con todos. ¿Pero no es acaso esta una razón mezquina? Nadie ignora que el triunfo del No fue mérito de los partidos políticos de centroizquierda y de los ciudadanos que votaron por el No. Sin embargo, mayor mérito que el triunfo mismo es el hecho de que hoy esta fecha tan decisiva no divide a los chilenos, como lo hace todavía el 11 de septiembre, sino que los une. Es esta unión en torno al valor de la democracia la que debemos celebrar y cuidar. Y debemos hacerlo todos juntos, sin mezquindades ni oportunismos. Esta fecha debiera convertirse en un día de unión y celebración nacional, un día que nos invite a reflexionar sobre lo que significa la democracia y su fragilidad.

La expiración de una patente o de la marca registrada no es bueno para el dueño de la misma, pero ello beneficia a todos los ciudadanos. Esta fecha fue por mucho tiempo la marca registrada de la centroizquierda. Pero llegó la hora de su expiración. Por cierto, ello puede irritar a los políticos de ese sector, como les sucede a los dueños de las patentes, pero sin duda es algo bueno para todos nosotros. Es tiempo de que la centroizquierda busque nuevas banderas de lucha, proponga una visión de país que no esté al margen de los desafíos que nos deparan los avances tecnológicos y así los chilenos podremos tener otra buena alternativa de cómo seguir avanzando.