La intelectual argentina expuso sus ideas acerca de la evolución del populismo en la historia y en especial, en Argentina. Criticó la falta de contenido de los discursos políticos actuales.
Beatriz Sarlo inició su charla citando un párrafo de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, señalando que en ese texto, escrito por uno de los Padres Fundadores se funda el debate ideológico sobre la felicidad. “¿Quién tiene que intervenir para permitirla o para favorecerla? Esa es una de las preguntas fundamentales de la política moderna”. Ella, una de las figuras intelectuales más importante de Argentina, dictó una concurrida conferencia en el marco del Programa “Critica y Celebración”, que dirige Ernesto Rodríguez S., el 9 de octubre pasado.
“James Madison pensaba que el Estado nada tenía que hacer en la prosecusión de la felicidad de los individuos excepto garantizar la libertad y la igualdad cívica. Thomas Paine, en cambio, pensaba que el Estado sí tenía que intervenir, que es el mismo debate que perdura hasta hoy”, sostuvo Sarlo.
Desde ahí, la expositora invitó a los asistentes a dar un salto en el tiempo, señalando que los Estados de Bienestar que surgen después de la postguera constituyen “un primer intento, en muchos casos exitosos, de intervenir en la redistribución de los bienes públicos de modo que se favorecieran aquellos que estaban menos beneficiados por origen o por herencia en la posesión de esos bienes”.
A continuación, se refirió al nacimiento del peronismo en Argentina, “que tuvo en uno de sus dirigentes, en ese momento Perón, la idea de reproducir “a la criolla” un estado de bienestar”, agregando que “sin duda la idea de felicidad estaba presente en las reflexiones que Perón hizo en un libro que se llamó la comunidad organizada”. Con el paso del tiempo, en el caso de América Latina, y Argentina, manifestó, “se han producido grandes debates historiográficos al analizar cuánto se había avanzado o retrocedido en lograr la felicidad”.
“Lo que empieza a entrar en crisis es la idea de que tengo que ser felices con los otros, también eso empieza a entrar en crisis, el mercado me pone la idea de que, si no entiendo la política, al mercado lo entiendo perfectamente”
La intelectual señaló que con el advenimiento del neoliberalismo, “lo que empieza a entrar en crisis es la idea de que tengo que ser feliz con los otros, el mercado me pone la idea de que, si no entiendo la política, al mercado lo entiendo perfectamente”, lo que conduce a que se deteriora el rol que juegan los partidos políticos. Sin embargo, añadió que “el populismo de la felicidad que nos están prometiendo hoy, también tiene problemas para encarnarse. El único principio de agregación con la fuerza de un principio de agregación nacional que queda en muchos países es el fútbol”.
De algún modo, dijo, eso ilustra el surgimiento de políticos como Macri, quien “comienza su carrera política cuando fue presidente de Boca Juniors, de ahí pasa rápidamente a ser jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires y luego Presidente de la República». En este sentido, Sarlo critica la falta de contenido de los políticos actuales y concluye reivindicando la riqueza del discurso que se expresa en algo tan evidente como la fotografía oficial de Macron. “El presidente francés, sale apoyado en su escritorio y tiene un libro a cada lado, uno de Balzac y otro de Stendhal, que son novelas francesas del siglo 19, son dos clásicos emblemáticos. Esa foto algo está transmitiendo de esa sociedad. Tiene ese gran contenido semántico y ese gran contenido ideológico. Macri no tiene una foto presidencial, tiene un balcón de asunción”.
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