Diarios regionales
Opinión
Demografía
Familia
Política

Más allá del bono: la crisis de natalidad en Chile

Sandra Quijada J..

Más allá del bono: la crisis de natalidad en Chile

Más allá de si el plan del candidato es suficiente o no, el llamado es que todos quienes aspiran a gobernar el país presenten una propuesta integral para enfrentar la crisis de fecundidad que aborde la complejidad del fenómeno en su totalidad.

Hace unos días hubo debate en torno a una polémica propuesta de un candidato presidencial, quien planteó la entrega de un bono a la madre y al hijo al momento del nacimiento. Esto, como parte de un plan destinado a enfrentar la crisis de natalidad que afecta a nuestro país desde hace más de una década. En 2015, la tasa de fecundidad era de 1,8 hijos por mujer; hoy es apenas 1,16.

Si bien esta no fue la única propuesta, sí fue la que generó mayor revuelo. Las críticas se centraron en que un bono al nacimiento es insuficiente, que la medida resulta simplista y que refleja una mirada reduccionista e, incluso, machista al no considerar las reales barreras que enfrentan las mujeres.

Lo rescatable de esta iniciativa es que se pone sobre la mesa un problema del cual, como sociedad, pareciera que no queremos hacernos cargo: en Chile cada vez menos niños. Ello, nos guste o no, tendrá un impacto profundo en diversos aspectos de nuestra vida, desde lo emocional hasta lo económico.

Es cierto que el problema de la baja tasa de fecundidad no se resuelve con un bono o un incentivo económico puntual. Este tipo de medidas ha fracasado en prácticamente todos los países donde se ha intentado aplicar. Lo que se requiere, de acuerdo a la experiencia internacional, es un conjunto de políticas que aborden las múltiples razones por las que muchas familias deciden no tener hijos. Estas van desde factores económicos y problemas de fertilidad hasta la incertidumbre respecto al futuro.

Así lo demuestra la Encuesta Bicentenario 2024, en la que un 66% de los encuestados que ya tiene hijos señala que el principal motivo para no tener más es que “tener más hijos hace más difícil que la mujer trabaje”. Asimismo, un 41% considera que “Chile es una sociedad que no apoya a las mujeres para tener hijos”.

Por otro lado, los datos de la Encuesta CEP 92 muestran que, para la mayoría de los entrevistados, la identidad personal está principalmente vinculada a la familia. Un 49% cree que el número ideal de hijos por familia es dos, aunque estamos lejos de alcanzar esa cifra. Esto evidencia una distancia entre el ideal y la realidad, y cómo esta última impide a las familias o parejas concertarlo.

La responsabilidad de mantener las tasas de fecundidad cercanas al nivel de reemplazo poblacional no recae exclusivamente en las mujeres. Se trata de una decisión familiar en la que deben estar involucrados tanto madres como padres. Por eso, una parte fundamental –aunque no la única– de la solución es fomentar la corresponsabilidad parental, a distintos niveles. Desde el cambio cultural, que requiere políticas de largo plazo, hasta proyectos concretos y urgentes, como terminar la discusión del proyecto de Sala Cuna Universal, que sigue estancado en el Senado.

Más allá de si el plan del candidato es suficiente o no, el llamado es que todos quienes aspiran a gobernar el país presenten una propuesta integral para enfrentar la crisis de fecundidad que aborde la complejidad del fenómeno en su totalidad. Esto implica, por ejemplo, impulsar un cambio cultural, enfrentar la falta de acceso a la vivienda, fortalecer el sistema nacional de cuidados, y no olvidar a las familias o parejas que desean tener hijos pero no pueden.