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Constitución

Agua y flexibilidad frente al cambio climático

Evangelina Dardati.

Agua y flexibilidad frente al cambio climático

La adaptación al cambio climático requerirá flexibilidad, por eso es importante evaluar con cuidado las diferentes opciones de política pública.

Los instrumentos económicos cumplen un rol importante ya que permiten colaborar, de manera descentralizada, con el cumplimiento de diferentes objetivos de política pública. Si, por ejemplo, se desea reducir la contaminación, un impuesto a las emisiones genera incentivos a disminuirlas. Lo más importante, y en general también lo más complicado, es que estos instrumentos estén correctamente diseñados. En caso contrario, los efectos pueden ser distintos a los buscados.

En este sentido, un mercado para el agua puede ayudar con la adaptación al cambio climático. Para empezar, se puede desarrollar uno que priorice el consumo humano y el cuidado adecuado de los ecosistemas. Para esto, se puede determinar la cantidad de agua necesaria para esos usos y luego calcular un tope de agua a ser extraída para los demás sectores, entregándose las correspondientes asignaciones que dependerán de las condiciones climáticas de cada año. Estas reglas, incluso, podrían ser discutidas dentro de las propias comunidades o, para lograr una visión más integral, por organismos de cuenca. Una vez que las asignaciones de agua son entregadas, el mercado puede proveer flexibilidad ante la mayor variabilidad en el clima, lluvias e inundaciones que se esperan para las próximas décadas. Por ejemplo, si en un determinado año el clima no es propicio para algún cultivo o el precio de algún producto está demasiado bajo, un agricultor puede decidir producir menos y vender sus derechos de aprovechamiento de agua a alguien que pueda hacer mejor uso del recurso. El derecho de agua entrega flexibilidad para manejar los riesgos. Así, el mercado puede generar respuestas rápidas. Lo contrario ocurre cuando la asignación del recurso es inflexible o depende en gran medida de decisiones administrativas.

En Chile, existe un mercado de agua. Sin embargo, la sequía, la escasa fiscalización, la falta de regulación de las externalidades de su uso, el sobre otorgamiento de derechos de agua, y otras importantes deficiencias en el diseño y en la gestión de la política, han llevado a un sobreuso del recurso y a ecosistemas que actualmente se encuentran muy dañados. El instrumento económico no funcionó adecuadamente. Ahora bien, se puede mejorar el diseño y su gestión. La adaptación al cambio climático requerirá flexibilidad, por eso es importante evaluar con cuidado las diferentes opciones de política pública, aprender de los errores pasados, y así finalmente lograr mejores resultados.