Notas de Prensa N° 236, octubre 2018
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Antonio Escohotado en el CEP

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Antonio Escohotado en el CEP

El controvertido filósofo español conversó con Leonidas Montes y Patricio Fernández en un encuentro en el que hablaron sobre liberalismo.

Provocativo, a más no poder; insolente en sus opiniones; sarcástico con quienes lo siguen con fervor casi religioso, son algunos de los adjetivos que perfilan a Antonio Escohotado, quien visitó por primera vez a Chile para participar en el encuentro «Hablemos de Liberalismo», organizado por el Centro de Estudios Públicos.

En una sala repleta de asistentes, el pasado 29 de octubre, el filósofo español conversó con el columnista y fundador de The Clinic, Patricio Fernández y el Director del CEP, Leonidas Montes.

Como es habitual, muchas de sus afirmaciones causaron controversia. Por ejemplo, refiriéndose a la situación de la izquierda hoy, manifestó que le resultaba insoportable que «vengan mesías autonombrados a llevarme a mí del infierno de la desigualdad al paraíso de la igualdad, como el que tiene ahora Venezuela o como el que montaron en Rusia desde el 17”. A su juicio, no hay nada mejor para combatir la pobreza que crear riqueza, de modo que «mientras más ricos haya mejor» agregando la molestia que le causa el que ahora se relacione al «liberal está relacionado con un ricacho (..) están ahí los que dicen que los últimos serán los primeros y la igualdad, que tienen un tamaño psíquico igual a la idiotez de su propia tesis”. 

Escohotado manifestó que al igual que Aristóteles, cree que la monarquía es el gobierno más perfecto, pero una monarquía no dinástica.  Y respeto al sistema democrático agregó “todos los que estamos aquí sabemos que es un disparate que tenga el mismo valor de voto, el de un sub normal esenio, que el de una persona civilizada e informada y sin embargo, es un mal menor.

En la conversación, tambien se habló de las drogas,  que es el motivo de su libro más famoso Historia General de las Drogas, que escribió en parte desde la cárcel de Cuenca, donde cumplió una condena por narcotráfico durante dos años, aunque él asegura que fue víctima de una trampa policial. Para escribirlo hace casi 30 años, se dio maña para probar 120 drogas, poniendo en práctica una de sus máximas. Aquello de que prefiere probar en lugar de creer: «Una cosa es la ciencia y otra la creencia. En general procuro no creer en nada», concluyó.