Joaquín Lavín y Daniel Jadue evaluaron el informe de Cohesión Social encargado a un grupo de expertos por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
El estallido social visibilizó con mayor fuerza los problemas de cohesión social que tiene el país. Es así como en enero de este año, el Ministerio de Desarrollo Social y Familia decidió crear un Consejo Asesor para la Cohesión Social destinado a proponer soluciones para avanzar en este tema.
Este informe fue presentado en el seminario “Cohesión Social: El principal desafío de Chile” por Eduardo Valenzuela, presidente del Consejo Asesor para la Cohesión Social y Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile y por Andrea Repetto, senior fellow de la Universidad Adolfo Ibáñez, integrante de la misma instancia. Los comentarios estuvieron a cargo de los alcaldes Daniel Jadue y Joaquín Lavín.
Valenzuela partió su exposición diciendo que cohesión social se puede definir de dos maneras. “Por un lado, por la presencia de un cuerpo de valores compartidos, que llamamos integración por semejanza, y, por otro lado, en sociedades altamente diferenciadas, más plurales, se define como respeto hacia la diversidad, hacia la tolerancia”.
Eduardo Valenzuela comentó el diagnóstico que elaboró el consejo de expertos. “Nuestro principal interés es que la cohesión social pase a ser un problema de preocupación pública, es decir, un problema que pueda ser observado sistemáticamente a través de los múltiples instrumentos de medición”. “Y que pueda convertirse paulatinamente en un criterio efectivo en el diseño en la implementación y en la evaluación de la política social y en las políticas públicas de nuestro país”, agregó.
Luego fue el turno de Andrea Repetto. La economista partió preguntando ¿Cuál es el aporte de la política social que puede hacer a la cohesión social? para luego dar algunas recomendaciones que propuso el comité. En un primer ámbito se refirió a la focalización. “Planteamos una preocupación respecto de que los programas se deben focalizar tanto para individuos y familias como para todo el territorio”. Una segunda recomendación está relacionada con los requisitos que necesitan cumplir las personas para acceder a las prestaciones sociales, que muchas veces son muy difíciles de cumplir.
A la hora de los comentarios, el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue fue muy crítico del informe. “No comparto ni el marco teórico del cual parte el estudio social ni tampoco el marco metodológico, aclarando para él, la cohesión social debe enfocarse más a lo cualitativo que a lo cuantitativo. “Para mí lo correcto para medir esto debiera haber sido hacer un par de focus groups para un conjunto de actores a los cuales le afecta el tema que queremos ver”.
El alcalde, además, señaló que en Chile hay dos mundos. “Un sistema para los que tienen plata y un sistema para lo que no tienen plata. Esto funciona como lo más parecido al apartheid”, concluyó Jadue.
A diferencia de Jadue, el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, valoró el informe. “El concepto de cohesión social que se plantea en el estudio se entiende muy bien. Es importante y hay que preocuparse de ser un país cohesionado. Es bueno que se empiece a medir, porque si no se mide no se mejora”.
Además, subrayó que “la política tiene un rol clave en la cohesión social. Tenemos que jugarnos por un país más cohesionado, no hay cohesión social con una conducción política que polariza a la sociedad”.
Este seminario, que se realizó el 26 de noviembre, fue moderado por la investigadora del CEP, Sylvia Eyzaguirre, quien también fue parte del Consejo Asesor para la Cohesión Social.