Es indiscutible que la carrera profesional docente abarca diversos aspectos del ejercicio docente, que van mucho más allá de las remuneraciones, como por ejemplo las exigencias para ingresar a la carrera, los niveles de desarrollo profesional, la evaluación docente, el perfeccionamiento continuo, etc.
Sin embargo, la remuneración es uno de los aspectos clave de la carrera profesional, especialmente si con ello buscamos atraer a jóvenes talentosos y con vocación a esta profesión, y retener a los profesores de buen desempeño.
En las últimas semanas hemos escuchado a diversos actores debatir sobre cuánto debería ser la remuneración para los profesores que se inician en la profesión. El Colegio de Profesores considera que el salario mínimo debería ser sobre el millón de pesos, mientras que las cifras que el Ministerio de Educación ha dado a conocer bordean los 800 mil pesos. Con todo, no hemos escuchado las razones que permiten a unos y a otros afirmar dichos montos.
Actualmente, según información de Mi Futuro, la remuneración promedio bruta de los docentes al primer año de titulados para una jornada de 44 horas es un 46% inferior a la remuneración promedio bruta que percibe el resto de los egresados universitarios, que bordea los $800.000. Esta diferencia en las remuneraciones se acrecienta en el tiempo, siendo cada vez menos atractiva la profesión docente para profesionales talentosos.
Gráfico 1: Comparación remuneraciones promedio brutas entre profesores y otros profesionales
Para avanzar en elevar el estatus de la profesión docente y hacerla más atractiva resulta fundamental partir por cerrar la diferencia que existe con otras profesiones afines. Ello implica no sólo elevar la remuneración al inicio de la carrera, sino también que su crecimiento a lo largo de la vida profesional sea similar al de otras profesiones. Esto implica considerar dos aspectos fundamentales: 1) que la tasa de crecimiento de las remuneraciones en el resto de las profesiones es mayor en los primeros 10 a 15 años de experiencia laboral y luego ésta decrece, y 2) que la mayoría de las profesiones tiene dispersión salarial.
Por el contrario, la tasa de crecimiento de las remuneraciones de los profesores es baja y constante, esto significa que la remuneración crece muy poco en los primeros años y sólo al final, después de 30 años de ejercicio laboral, se alcanza una remuneración más atractiva. Además, las remuneraciones de los docentes aumentan principalmente por años de antigüedad y no por mérito, dificultando la retención de los profesores con buen desempeño, especialmente durante los primeros cinco años del ejercicio profesional. Por último, se observa una baja dispersión salarial en la profesión docente en comparación con otras profesiones. Esto significa que la diferencia en las remuneraciones es aún mayor que las antes mencionadas, si comparamos a los profesionales que hoy se encuentran en el 25% y 10% superior de la distribución de ingresos, lo que desalienta la permanencia de los docentes destacados, que son precisamente los que se quisiera retener.
Gráfico 2: Comparación remuneraciones docentes versus otras profesiones por tramo de ingresos al quinto año de experiencia
Si queremos atraer a jóvenes talentosos, debemos ofrecerles condiciones atractivas. Por ello, resulta fundamental que la nueva carrera docente reconozca el mérito, creando dispersión salarial. Ello permitiría acotar los costos de la nueva carrera, atraer a jóvenes talentosos y con vocación a esta profesión y retener a los docentes de buen desempeño en el aula.
El siguiente gráfico muestra un modelo posible de remuneraciones según nivel de desarrollo profesional en comparación con la remuneración promedio actual del sector municipal (línea azul). La línea celeste representa la remuneración de los docentes para una jornada de 44 horas que ejercen por primera vez su profesión, cuyo salario inicial se acerca a los $800.000 mensuales y es equivalente al promedio de remuneraciones de los otros profesionales universitarios. La curva roja representa la remuneración del segundo nivel de la carrera docente, que es el estándar mínimo que se debería exigir a un docente al cabo de un número determinado de años de experiencia. Las remuneraciones de este nivel de desarrollo son equivalentes al percentil 60 de ingreso de los otros profesionales universitarios y son considerablemente más atractivas que las de los actuales docentes del sector municipal durante sus primeros 25 años de experiencia. Las curvas gris y amarilla representan los dos niveles de desarrollo superior y equivalen, aproximadamente, a las remuneraciones del percentil 75 y 80 de los otros profesionales universitarios. Ambos perfiles salariales superan con creces las remuneraciones actuales de los docentes, alcanzando el tramo superior los dos millones de pesos mensuales al cabo de 10 años de experiencia.
Gráfico 3: Modelo de remuneración de nueva carrera docente y remuneración promedio actual según Estatuto Docente (44 horas)
Por último, para atraer a los profesores más talentosos a trabajar en las escuelas más vulnerables o apartadas geográficamente, debería crearse una asignación especial para los dos niveles de desarrollo superiores, que aumente su salario en al menos un 40%. Este modelo de remuneración descansa sobre una idea de desarrollo profesional que reconoce el mérito, la experiencia y busca allegar docentes talentosos a los sectores más vulnerables. De aplicarse a todos los docentes que trabajan en establecimientos escolares que reciben aportes del Estado, tendría un costo adicional al gasto actual de dos mil millones de dólares.