La ministra Maisa Rojas explicó los ejes de la agenda medioambiental del Gobierno, exposición que fue comentada por Raúl Soto, Presidente de la Cámara de Diputados y la científica Olga Barbosa.
La urgencia del abordar el tema del cambio climático porque es una amenaza hoy y no mañana fue el contexto de la presentación que hizo la ministra de medioambiente, Maisa Rojas, en el seminario “Desafíos para nuestra biodiversidad”, que se realizó en el marco del Proyecto “Conservación, Institucionalidad y Filantropía” que desarrolla el Centro de Estudios Públicos (CEP), coordinado por la investigadora Sylvia Eyzaguirre. En esta actividad que se realizó el pasado 5 de mayo participaron el Presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto y la científica Olga Barbosa, quien es investigadora y profesora asociada de la Universidad Austral de Chile.
“La evidencia científica es inequívoca el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta. Estamos hablando de tomar medidas para asegurar ni más ni menos que un futuro habitable”, sostuvo la ministra. En este sentido, dijo la ministra, que “tenemos que construir en realidad un nuevo modelo de desarrollo en donde las inversiones cambien hacia un desarrollo que sea inclusivo y ecológicamente saludable, donde pongamos en el centro las personas y los ecosistemas”
Por su parte, el diputado Soto manifestó la plena disposición de su sector para colaborar para sacar adelante estos cambios institucionales y también contribuir al diálogo social que se requiere para que estos sean viables. Agregó que “hay que buscar también equilibrio cómo país como economía como estado frente al medio ambiente”.
La científica Olga Barbosa, quien es profesora asociada de la Universidad Austral de Chile, planteó su preocupación señalando que llegamos muy tarde enel tema de la biodiversidad y el cambio climático. “No nos podemos dar el lujo de seguir esperando una institucionalidad que sea integral y para llegar a una solución tenemos que trabajar de manera intersectorial”, añadiendo que se requiere un vuelco en la manera de financiar la investigación en Chile, destinando los recursos hacia ciencia orientada, que no es lo mismo que aplicada”.