Eduardo Bitran, Vivianne Blanlot y Eugenio García Huidobro analizaron cómo debieran enfrentarse los temas de desarrollo productivo, disponibilidad de recursos y cuidado medioambiental en una nueva carta fundamental.
En el marco del ciclo sobre materias constitucionales, que ha venido desarrollando el Centro de Estudios Públicos en conjunto con Cieplan, se realizó el seminario “Desarrollo productivo, recursos naturales y medio ambiente en la nueva Constitución», que se efectuó el pasado 29 de marzo en una sesión que fue moderada por Ignacio Walker, investigador senior de Cieplan.
El encargado de presentar el tema fue el actual académico de la Universidad Adolfo Ibáñez y ex ministro y ex vicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran. Su presentación se centró en cuatro consideraciones clave a la hora de lidiar con el desarrollo productivo y el uso de los recursos: resiliencia y aceleración de la transformación digital; disrupciones globales impensadas que estamos enfrentando; complejidad e interdependencia y finalmente, el futuro del trabajo.
Esta exposición fue comentada por la economista Vivianne Blanlot, ex directora ejecutiva de la Comisión Nacional de Medio Ambiente (CONAMA) y ex ministra de Estado, quien partió preguntándose si la dimensión ambiental debería ser considerada un asunto constitucional.
A este respecto señaló que se debería establecer como un principio fundamental la responsabilidad de la nación en la preservación de la naturaleza y su uso eficiente y racional, ahondando después en los derechos y deberes que ello implica.
El investigador del CEP, Eugenio García-Huidobro, hizo una revisión de las proposiciones que están haciendo en esta materia los centros de estudios y partidos politicos sobre temas ambientales, señalando que el tener una masa significativa de ideas permite empezar a discutir con mayor sustancia estos temas. “Hay importantes coincidencias entre las distintas propuestas tanto en materia de diagnóstico, asi como también en las materias constitucionales», advirtió.
Tanto Bitran como Blanlot subrayaron que no hay que sucumbir a la tentación de constitucionalizarlo todo.