Pulso, 5 de octubre de 2017
Opinión
Economía

“El próximo gobierno deberá dejarnos una buena regla fiscal porque la actual está haciendo agua”

Raphael Bergoeing Vela.

Entrevista con el investigador del CEP. El economista además indicó que la trayectoria de la deuda pública no es una buena señal para las clasificadoras. Aseguró que Chile podría crecer al 4,5% en la próxima década.

por Constanza Ramos

El investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP) y actual vicepresidente de la Comisión Nacional de Productividad, Raphael Bergoeing, participó el martes en un seminario organizado por Vantrust Capital. En esa instancia abordó el desafío del país para recuperar el crecimiento y analizó el Presupuesto 2018. Entre sus principales argumentos aseguró que el Gobierno podría haber hecho un esfuerzo en impulsar la inversión pública en el Presupuesto 2018 y afirmó que el próximo año Chile podría crecer más allá del 3,5%. Si bien valoró la regla fiscal, planteó la urgente necesidad de modificarla.

¿Ve factible el escenario que presentó el Gobierno en el Presupuesto 2018 donde los mayores ingresos provienen por el aumento del precio del cobre?

-Los números que llevan al 3,9% de crecimiento del gasto durante 2018, son cifras que eran conocidos y por lo tanto, no me sorprendieron y son coherentes con la regla. En cambio, el déficit fiscal efectivo que están esperando para el próximo año me parece que es bastante optimista. Dado ese escenario algo más favorable internamente en términos de recaudación, era una oportunidad para que el Gobierno hubiese dado una señal reduciendo aún más el déficit estructural que el 0,25% contemplado. El Presupuesto no da una señal correcta para que las clasificadoras internacionales se queden algo más tranquilas.

En ese sentido, ¿cómo ve la trayectoria de la deuda pública? ¿Puede ser algo para preocuparse?

-Las clasificadoras más que preocupadas por nivel de deuda que tiene Chile, que cuando se compara con algunos países desarrollados sigue siendo bastante bajo, lo que le preocupa es la trayectoria. Lo que ocurrió es que pasó de 14% a 24%, casi se dobló, subió 10 puntos porcentuales y asumiendo además compromisos de largo plazo. No es una señal correcta para las clasificadoras internacionales.

¿Cree que había más espacio para un mayor gasto en inversión y no tanto en gasto corriente?

-Desde 1990 a la fecha, el Presupuesto público se ha multiplicado cerca de 7 u 8 veces mientras que el producto se multiplicó cerca de 3,5 veces. El Estado ha mantenido una estructura productiva y una manera de gestionarse que es la misma que tenía hace décadas atrás. Cuando tienen que hacer ajustes en el gasto, difícilmente el ajuste puede venir por el gasto corriente porque tiene un techo del cual no puedes bajar. Entonces, lo hacen típicamente por el lado de la inversión de capital que justamente es la variable relevante cuando uno piensa en impulsar desde el Estado mayor crecimiento a través de mejorar la infraestructura. Esto es una realidad que simplemente refleja la incapacidad que ha tenido el Estado en modernizarse.

El consejero del Banco Central, Joaquín Vial, indicó que pasar de un balance estructural basado en la brecha de producción a uno basado en el PIB potencial, podría ayudar a proporcionar un gasto fiscal más estable y sería más fácil evaluar el cumplimiento de la meta fiscal, ¿cree que es así?

-Si bien el concepto de regla fiscal y balance estructural es un concepto valioso que ha sido reconocido por los organismos internacionales, que ha contribuido a ordenar la discusión, a darle responsabilidades al Gobierno y a reducir la probabilidad de que haya más populismo, al mismo tiempo han pasado 14 o 15 años, donde estudios y comisiones han sugerido modificaciones para perfeccionarla y creo que no tenemos que hacernos trampas jugando al solitario. La verdad es que los gobiernos han ido transformando la famosa regla fiscal en algo que depende mucho de los supuestos y que a su vez es opaco en algunas dimensiones. Por lo tanto, la institucionalidad fiscal todavía tiene espacio para ser mejorada. No hemos creado una oficina técnica que apoye al Congreso y que actúe como contraparte resguardando que la información que entrega Hacienda sea adecuada. Hemos cambiado varias veces el compromiso que tenemos con la situación fiscal estructural. Ha llegado el momento de tener una regla más moderna. Espero que el próximo Gobierno asuma esta tarea de dejarnos una buena regla fiscal porque la que tenemos hoy está haciendo agua en algunas dimensiones.

Joaquín Vial también señaló que en el caso de los ingresos por el cobre, sería mejor concentrar la atención en los costos y las tasas de margen normales, en vez de tratar de proyectar un precio del cobre muy incierto. ¿Está de acuerdo?

-Me parece muy atingente su comentario, porque si uno separa en 2007, el precio del cobre estaba en torno a los US$2 la libra y durante el Gobierno, el cobre superó los US$2 la libra y va a terminar en un promedio sobre US$2,20 la libra. Este Gobierno que ha dicho que el gran problema ha sido el cobre que si bien cayó lo hizo en relación a un valor muy anómalo que alcanzó cerca del 2013, pero la verdad que en comparación con el precio del cobre que hemos tenido históricamente estuvo 10% por encima.

¿Qué factores deben ocurrir para que Chile vuelva a crecer al 4%?

-Tengo una visión algo más optimista respecto al potencial de crecimiento que tiene la economía durante los próximos dos años y la razón es que estamos viendo en el resto del mundo una situación que incluso está bastante por encima del promedio histórico. En el plano interno, tuvimos cuatro años increíblemente anómalos en lo macroeconómico. La inversión se mantuvo en cero o bajo cero por primera vez en seis décadas influido por el deterioro de las expectativas y eso indudablemente se va a resolver en la medida que tengamos un Gobierno que sea más pro crecimiento. Las encuestas muestran que el candidato con más opciones de ser Presidente es mucho más pro crecimiento que lo que fue la Nueva Mayoría. Esto me lleva a pensar que podríamos tener al menos en los próximos 2 años, un rebote cíclico como resultado de una inversión que estuvo ahí esperando que cambiara el entorno. Cuando lleguen todas las inversiones esto debería llevar a que terminemos el próximo año creciendo sobre 3,5%. Espero que en la medida en que haya un cambio en el entorno de negocios, que se genere un escenario más pro crecimiento, que tengamos estabilidad y que no tengamos una crisis internacional, esto debería permitirnos crecer de manera sostenida al menos al 4,5% en la próxima década.

Algunos economistas dicen que Chile está enfrentando una nueva normalidad de crecer entre 3% y 4%, ¿cómo ve ese tema?

-No estoy de acuerdo con eso. Chile tiene un desafío de largo plazo asociado a productividad, pero también es cierto que Chile tiene un nivel de desarrollo que lo ubica exactamente a la mitad del camino. Está justo en la brecha que lo separa de los países avanzados y es lo mismo que lo separa de los países más pobres.