Señor Director:
La entrevista que me hizo, publicada el 11 de junio, página B 9, contiene un error en la bajada. Nunca he dicho y no es cierto que los jubilados del sistema nuevo no hayan accedido al aumento de 10% de la pensión mínima concedido en mayo. Lo que dije es que además el Gobierno creó un nuevo subsidio, para personas con pensiones bajas pero superiores a la mínima, y que discriminó excluyendo a los afiliados del sistema nuevo, tal como se señala en el texto. El riesgo fiscal de largo plazo supera al costo directo que se reportó al Congreso, porque, históricamente, discriminaciones como ésta han incentivado una espiral de nuevos subsidios, partiendo con los grupos discriminados.
Quiero aclarar también otros aspectos. Una cosa es la equivocación en la proyección del Gobierno del costo fiscal de los subsidios de pensión mínima. Durante los próximos 20 años, este costo subirá mucho más lento que lo proyectado por el Gobierno, porque caerá el costo de un componente clave: el subsidio de pensión mínima para afiliados del sistema antiguo. Mi estudio encuentra que esta caída compensará buena parte del aumento del costo de los subsidios de pensión mínima del sistema nuevo.
Otra cosa distinta es el error del Gobierno al atribuir el actual gasto fiscal en pensiones (4,8% del PIB) a la reforma de 1980. El costo de transitar desde reparto a capitalización no supera hoy el 1,5% del PIB y no es muy distinto de lo proyectado por los reformadores de 1980. El resto del actual gasto fiscal en pensiones se debe a otras políticas, muchas iniciadas después de 1987. Por ejemplo, las pensiones mínimas han sido aumentadas muchas veces desde 1987 y el bono de invierno fue creado en 1998. Su costo no puede ser atribuido a la reforma de 1980. El gasto en pensiones de carabineros y militares tampoco se debe a la reforma de 1980.
Mi estudio estará disponible a la brevedad en www.cepchile.cl. (Léalo aquí)
SALVADOR VALDÉS PRIETO