En relación con su artículo sobre el informe que se realizó en el CEP de la reforma de Salud, cabe precisar que dicho trabajo analiza las tres iniciativas legales (y sus modificaciones) presentadas en abril de 2019. Este busca contribuir al debate mencionando los aspectos que aún deben ser perfeccionados en la tramitación y que no quedan resueltos en su totalidad en las diferentes versiones de dichos proyectos de ley.
En primer lugar, ambos tipos de aseguradores (Fonasa e Isapres) deben ofrecer planes de salud amplios y de características similares, con protección financiera cierta. Ello requiere, entre otros, empoderar a Fonasa como un verdadero seguro (y nuevas reglas a las Isapres), lo que ya se ha considerado al menos en la discusión.
En segundo lugar, las personas deben poder elegir y financiar su plan de salud, lo que requiere eliminar (¿gradualmente?) las barreras asociadas al estado de salud (declaración de salud o plan intermedio) y financieras (financiamiento debe ser progresivo o establecer subsidios y la compensación por riesgo debe incorporar a todos los actores).
Con ello se evitan comportamientos estratégicos de los diferentes actores y se avanza a un sistema que garantice una mejor contención de costos (evitando judicialización), libre afiliación, transparencia y asequibilidad para todos los chilenos.
