Puntos de Referencia N° 567, mayo 2021
Puntos de Referencia
Ciencias Sociales
Historia
Política

Ciclo «Las derechas chilenas: miradas desde el presente I»

Hugo Eduardo Herrera, Sofía Correa Sutil.

Ciclo «Las derechas chilenas: miradas desde el presente I»

El ciclo «Las derechas chilenas: miradas desde el presente» fue organizado por el CEP en tres sesiones que se realizaron entre agosto y septiembre de 2020. Se incluyen las contribuciones de Sofía Correa y Hugo Herrera.

El bipartidismo de la derecha chilena
SOFÍA CORREA SUTIL

  • En Chile, desde mediados del siglo XIX quienes aspiran al poder político se han expresado en partidos. Estos se diferenciaron en izquierdas y derechas en 1930 cuando el poder de los sectores dirigentes fue disputado. Para defender sus intereses y su visión de mundo, la derecha contó con sus partidos, los que desde fines del siglo XIX habían sido capaces de construir una apelación multiclasista. Así, la derecha chilena tuvo desde sus inicios una expresión bipartidista, con sus partidos históricos, Liberal y Conservador.
  • No son intereses económico-sociales los que explican el bipartidismo de la derecha chilena. Conservadores y liberales se diferenciaban por cuestiones doctrinarias, a la vez que compartían una común visión de mundo, de la sociedad chilena, de la historia nacional, y de la defensa de la propiedad privada. Adherían a la institucionalidad democrática liberal representativa que les permitía desde el Congreso Nacional convertir su poder social en poder político, gracias a los cuantiosos votos que lograban movilizar en cada elección.
  • A mediados de la década de 1960 la derecha chilena dejó de ser bi-partidista. Como consecuencia de diversos factores, los partidos Conservador y Liberal perdieron su apoyo electoral, y sus dirigentes decidieron disolverlos. Crearon en vez al Partido Nacional para defender el orden social y el derecho de propiedad, ambos en tela de juicio en el proceso revolucionario en curso, y lograron el apoyo electoral de clases medias temerosas del curso que tomaba la política.
  • Durante la dictadura, la vieja derecha desaparece de escena definitivamente, como también desaparece el viejo Chile. Son otras las figuras, las estrategias, y los proyectos de las fuerzas de derecha, que le imprimen su sello a las transformaciones neoliberales y al nuevo orden institucional. Sin embargo, para iniciar la etapa de transición democrática, la derecha volvió a expresarse en dos partidos.
  • Al igual que con el bipartidismo histórico de la derecha, la nueva expresión en dos partidos no responde a intereses económicos, sino que refleja diversas sensibilidades políticas y un electorado que no se traslada sin más del uno al otro. Comparten su adhesión al desarrollo capitalista impulsado por la empresa privada, y a un orden institucional que les permita utilizar su poder político como instrumento de negociación.


La historia intelectual de la derecha chilena como acervo para una comprensión política del presente

HUGO HERRERA

  • Es todavía de uso común entender a la derecha chilena como un sector más bien monolítico. Hay antecedentes que favorecen esa comprensión. La dictadura y la transición están, efectivamente, marcadas por la hegemonía de un tipo específico de derecha en nuestro país. Podría llamársela “Chicago-Gremialismo”.
  • Si se estudia la historia larga de ese sector político, sin embargo, aparece una imagen muy distinta. Es posible percatarse de la presencia de otras tradiciones. El “Chicago-Gremialismo” es más bien una anomalía en una historia en la que se advierte una mayor complejidad y calado teórico.
  • En este texto se intenta mostrar que en la historia larga existen corrientes distintas de la síntesis dominante en la dictadura y la transición. Además, que en esas otras corrientes es posible pesquisar un acervo ideológicamente denso y hermenéuticamente dotado, cuya consideración reflexiva permite volver sobre la situación actual y comprenderla de manera más pertinente que bajo las tesis de la síntesis mentada.
  • Con ese objetivo, el documento se detiene primero en la pregunta “¿qué es la derecha”? Luego, distingue entre lo que aquí se denomina la historia fáctica y la historia intelectual de la derecha. Respecto a esta última, el artículo discierne cuatro tradiciones, divididas en dos ejes: el primero considera el talante cristiano o laico de las vertientes; el segundo, la adhesión ya sea al liberalismo económico o a una concepción política más atenta al significado del Estado y la integración social.
  • El documento concluye que la consideración conjunta de la historia fáctica y la historia intelectual de la derecha revela una mayor complejidad y densidad de su pensamiento que la síntesis más usual de las últimas décadas. La apropiación reflexiva de esa historia permite dotar a la derecha de un pensamiento de mayor densidad y calado hermenéutico que el discurso de economicismo y subsidiariedad negativa.