- La evidencia internacional de los últimos 25 años señala que la estabilidad de precios se ha ido constituyendo crecientemente en la meta prioritaria de la política monetaria en el mediano plazo.
- Para tal efecto, un número creciente de países ha tendido a centrar su accionar directamente sobre el objetivo final, mediante la adopción de objetivos de inflación explícitos y anunciados públicamente.
- La aplicación de una política de objetivos finales de inflación ha llevado necesariamente a un cambio en la manera de hacer política monetaria respecto de aquellas que utilizan un exclusivo objetivo intermedio (dinero o tipo de cambio) como ancla nominal del sistema. Sin embargo, es importante reconocer que el establecimiento de objetivos de inflación no libera a las autoridades monetarias del seguimiento macroeconómico.