Nº 267, junio 2003.
Puntos de Referencia
Educación

Cuotas obligatorias de alumnos “vulnerables” en la educación subvencionada: Antecedentes para la Discusión

Loreto Fontaine C..

  • El nuevo proyecto de ley de Jornada Escolar Completa exige que las escuelas incluyan en su matrícula un 15% de alumnos que «presenten condiciones de vulnerabilidad socioeconómica y familiar». Esta medida tendrá consecuencias importantes sobre el sistema escolar y merece una reflexión más detenida y una discusión más amplia. Se trata de una medida de resultados dudosos que no resuelve la baja calidad general de nuestra educación. Este es el principal problema y no se soluciona redistribuyendo a los alumnos.
  • Con este tipo de medidas se buscan dos tipos de objetivos diferentes. El primero, al que llamamos de «igualdad de oportunidades educativas» se centra en las ganancias de aprendizaje que significa para los alumnos de nivel socioeconómico bajo el acceder a escuelas mejores y que atienden también a alumnos de nivel más alto. El otro, al que llamamos de «educación cívica» se relaciona con los beneficios que trae para la sociedad en general la convivencia de alumnos de diversos grupos sociales durante la vida escolar.
  • Es poco probable que se alcancen estos objetivos. La baja calidad general de nuestro sistema escolar no garantiza que al re-distribuir un 15% de los alumnos vulnerables quedarán ubicados en escuelas que les garanticen mejores aprendizajes. Una buena integración dentro de una escuela se logra cuando hay un compromiso real de toda la comunidad escolar con ese objetivo. La fórmula de una cuota de alumnos impuestos crea tensiones innecesarias que pueden actuar en contra de los objetivos buscados y no ayuda a que se cree esa ética.
  • Tenemos un sistema escolar basado en la libre elección de los padres y que permite la libertad de proyecto educativo Estos dos aspectos son complementarios y no se entiende uno sin el otro. Cuando los padres eligen un proyecto eligen en el fondo una comunidad educativa comprometida con ese proyecto. Es necesario preservar la capacidad del establecimiento de mantener ese compromiso. Para ello, las escuelas debieran poder exigir ciertos requisitos de admisión, de modo de ofrecer a los padres una garantía de que los objetivos prometidos serán cumplidos.
  • El concepto de cuota obligatoria si no involucra al mismo tiempo el respeto a esos requisitos amenaza la libre elección por parte de los padres y la libertad de proyecto educativo, dos elementos de nuestro sistema escolar que ofrecen el mayor potencial para efectivamente elevar la calidad general de la educación.
  • Como solución alternativa para la integración de los alumnos más vulnerables proponemos una subvención diferenciada que les permita a los mas pobres acceder a escuelas de financiamiento compartido. Como antecedente para abrir la discusión hemos calculado una subvención equivalente al promedio del financiamiento compartido. Esto costaría al Estado 81.917 millones de pesos y beneficiaría aproximadamente a 540.000 alumnos, representando un 4,1% del presupuesto actual del Ministerio de Educación. Esta medida se podría implementar en forma gradual en 5 años o más.