Nº 80, julio 1991.
Puntos de Referencia
Derecho
Política
Políticas públicas
Urbanismo
Urbanismo y ciudad

Descentralización en la gestión de la vivienda social

Pablo Jordán.

  • El cambio fundamental del papel del Estado en la provisión de soluciones habitacionales es hacia un rol de facilitador de los procesos habitacionales que espontáneamente se dan en las comunidades de menores recursos, en oposición a uno de constructor y proveedor de casas solamente.
  • El Estado chileno en un esfuerzo por mejorar la calidad de la atención a los sectores más pobres de nuestra sociedad ha venido implementando un rápido proceso de descentralización administrativa, que coloca al municipio en el centro de la gestión de numerosos programas de desarrollo y asistencia social.
  • La vivienda debiera avanzar más agresivamente en el proceso de descentralización sectorial. Para ello se requiere modificar el concepto de vivienda, alejándolo de la sola dimensión de refugio habitacional y vinculándolo a la calidad de vida. Esto permite ampliar el horizonte de gestión habitacional, incorporando el hábitat o asentamiento humano como el espacio relevante de las políticas habitacionales.
  • En este marco el proceso de producción de vivienda permitirá incorporar eficientemente a nuevos actores que están presentes en la realidad cotidiana. Entre éstos sobresalen: la municipalidad, las organizaciones de base, los vecinos mismos y las organizaciones no gubernamentales.
  • Descentralizar la gestión del sector implica fortalecer la capacidad de decisión del municipio, garantizando los recursos, mejorando la legislación local urbana, y ampliando la tipología de los proyectos, tendiendo a una concepción integral de ellos a base de unidades territoriales que posibiliten elevar la participación de la comunidad.
  • La política habitacional debiera entenderse como el conjunto de proposiciones que ponen en movimiento el proceso de consolidación del asentamiento de la población en un determinado lugar. El mejoramiento de la calidad de vida se medirá, entonces, por la satisfacción de distintas necesidades habitacionales, incluidos los servicios y el equipamiento, y no sólo por la suma de casas edificadas.