Nº 122, agosto 1993.
Puntos de Referencia
Economía

Deuda subordinada: una propuesta incompleta

Luis Hernán Paúl.

  • La propuesta de solución del problema de la deuda subordinada entregada por el Gobierno tiene, como la mayoría de las cosas, aspectos positivos y negativos.
  • Dentro de lo positivo, destaca el planteamiento de un mecanismo de solución, el que podrá considerarse bueno o malo, pero que ofrece una salida a un problema que conviene despejar, porque en realidad no quedó totalmente resuelto en el gobierno anterior.
  • También es valiosa la idea de que los bancos que pueden cancelar su deuda en menos de 40 años los pagos anuales sean en función de la rentabilidad promedio del sistema. Ello representa un compromiso importante para los bancos con plazos de pago relativamente más largos, pero a la vez es un incentivo adicional para que éstos sean eficientes.
  • Por otra parte, uno de los principales inconvenientes de la propuesta es que no representa una solución definitiva para los bancos con plazos de pago mayor a 40 años, ya que existe el riesgo de que tal opción sea rechazada a futuro y se exija una nueva solución, tal como hoy se está cuestionando la solución dada en el gobierno anterior. Esta posibilidad no es descartable porque es muy probable que la deuda subordinada remanente (es decir, aquella que quedaría una vez descontado el pago recibido cuando se venda el 85% de los bonos convertibles) crezca a futuro en forma significativa. Luego, la propuesta lleva a asumir un cierto riesgo político no sólo a los actuales accionistas, sino también a los futuros accionistas, lo que resta valor a los bonos convertibles.
  • Tampoco parece válido que se relacione la participación en nuevos negocios con la aceptación de la propuesta. De hecho, los bancos que no la acepten probablemente van a significar para el Estado un riesgo mayor que el que tendrían si pudieran participar en éstos, por razones de diversificación de riesgos y de pérdida de competitividad.
  • Por último, convendría respetar en plenitud los derechos de propiedad que hoy tienen los accionistas de los bancos o si se les propone modificarlos ofrecerles una compensación legítima a cambio.
  • Luego, se puede concluir que la propuesta efectuada por el Gobierno, si bien contiene algunos elementos positivos, requiere ser redefinida en varios aspectos