Resumen en español
Cuáles son los costos de mantener cerrados los establecimientos escolares hasta 2021? Esta es la pregunta que motiva este artículo. En el último tiempo hemos presenciado el llamado de parte de autoridades a retrasar el retorno a clases presenciales hasta el próximo año. Sin embargo, dicho llamado parece ignorar los efectos adversos que tiene esta medida en la población infanto-juvenil de Chile, que afecta a más de 3,5 millones de niños y jóvenes. El presente artículo busca visibilizar los posibles efectos adversos de la prolongada suspensión de clases sobre los aprendizajes de los estudiantes y los riesgos derivados de ello, como el aumento de las brechas de aprendizaje y de la deserción escolar. Para ello, analizamos tres factores que la literatura considera clave en el aprendizaje a distancia: habilidades críticas para el aprendizaje a distancia, condiciones materiales de la vivienda y apoyo de la familia. A partir de la información disponible (CASEN 2017; SIMCE 2017, 2018, entre otros), encontramos que uno de cada cinco escolares presenta carencias importantes en las dimensiones analizadas. Sin embargo, mientras casi un tercio de los estudiantes del primer quintil de ingresos se encuentra en el grupo de mayor riesgo, solo el 6% de los escolares del quintil más rico se encuentra dentro de este grupo. La suspensión prolongada de clases presenciales afecta de forma más pronunciada a los niños y jóvenes más vulnerables del país, y puede tener efectos adversos de largo plazo si aumenta la deserción escolar y las brechas de aprendizaje.
Palabras clave
COVID-19, sistema escolar, aprendizaje a distancia, brechas de aprendizaje, deserción escolar, rezago en los aprendizajes
Revista
Estudios Públicos 159
DOI del artículo
https://doi.org/10.38178/07183089/1430200722