Este artículo corresponde a un resumen de la presentación realizada por Rodrigo Vergara en el seminario privado «El momento económico».
Vivimos tiempos difíciles generados por la pandemia del Coronavirus. Ésta ya ha demostrado su impacto en la salud de las personas; y, sin ser ninguna sorpresa —en gran parte vinculado a lo anterior—, las repercusiones económicas están siendo de gran magnitud.
Actualmente nos encontramos en una recesión global, la que podría ser la mayor vivida desde la Gran Depresión, dejando atrás a la Crisis Financiera Global (CFG) del 2008-2009. La actual crisis económica es real, en cuanto se origina en dicho sector de la economía, a diferencia de la CFG que partió en el sector financiero. Se constatan fuertes caídas tanto en la oferta como en la demanda agregadas, ante la imposibilidad de producir y la caída en los ingresos y el aumento de la incertidumbre.
Otro aspecto característico de la actual crisis es que el sector servicios se ha visto afectado profundamente. Esto nos deja en peores condiciones para enfrentar la recesión, ya que dicho sector ha actuado tradicionalmente como un amortiguador en declives económicos pasados.
A partir de la realidad descrita, los gobiernos y autoridades monetarias a lo largo del mundo han tomado medidas potentes para hacer frente a la pandemia, tanto en su dimensión sanitaria como económica. Las magnitudes de los paquetes de rescate no tienen parangón en la historia. Las cifras de las últimas semanas muestran caídas relevantes en diversos indicadores en las economías desarrolladas. Un ejemplo dramático es el histórico aumento de las solicitudes al seguro de cesantía en Estados Unidos. Por otra parte, China —país donde se originó la pandemia— parece mostrar algunos signos de recuperación. El incremento en los PMI manufacturero y no manufacturero para marzo es significativo, alcanzando niveles cercanos a los observados previo al Coronavirus. De todas formas, el peligro de rebrotes y nuevas cuarentenas no puede ser descartado.
La realidad global se replica también en Chile, en que la economía ha sufrido un fuerte golpe. Las proyecciones oficiales reflejan una caída muy significativa del PIB durante el segundo trimestre, una estabilización durante el tercero y una recuperación fuerte el último trimestre del año. En todo caso, este escenario asume un gradual declive de la emergencia sanitaria, sin rebrotes ni nuevos procesos masivos de cuarentena.
En nuestro país también se han generado paquetes de medidas en respuesta a la crisis. En primer lugar, el gobierno ya ha anunciado dos paquetes relevantes que apuntan principalmente a entregar recursos y alivios a familias vulnerables y acceso a crédito a Pymes. Se encuentran en estudio complementos a dichas medidas. En segundo lugar, el Banco Central ha respondido con diversas medidas expansivas y de facilidades de liquidez. Por último, la Comisión de Mercados Financieros (CMF) se ha sumado y complementado el apoyo.
