El deterioro del clima político que se observa en el último tiempo pone en riesgo la calidad de las políticas públicas y, con ello, no sólo la recuperación en el corto plazo, sino la posibilidad de sostener crecimientos más elevados en el mediano y largo plazo.
- El tercer trimestre ha estado marcado por señales de recuperación de la actividad económica, particularmente vinculadas a los desconfinamientos durante estos meses. La mayor cercanía de una vacuna también ha sumado impulso a los mercados y a las proyecciones. Con todo, los riesgos de rebrote siguen latentes, como se ha verificado claramente en el caso de Europa.
- La actualización de proyecciones de crecimiento global para 2020, indicadores de actividad industrial y servicios, entre otros, muestran una recuperación consistente y fuerte durante el tercer trimestre. Por su parte, el empleo aún continúa en niveles lejanos a los previos a la pandemia, lo que refuerza el desafío de las autoridades en esta materia.
- China ha destacado a nivel global al continuar una senda de recuperación, la que se observa en el crecimiento del tercer trimestre, la evolución de los PMI manufactureros y no manufactureros, y las proyecciones de crecimiento para este año. Estas son buenas noticias para nuestro país, debido a que se trata de nuestro principal socio comercial.
- En Chile, la creciente implementación de planes de desconfinamiento a lo largo del territorio durante los últimos meses ha mostrado los primeros frutos en términos de actividad económica, los cuales se reflejan en las menores caídas de la actividad, e incluso el crecimiento anual en algunos sectores. Además, las cifras del Banco Central muestran un repunte importante en el crecimiento trimestral para el tercer cuarto del año. Por otro lado, las cifras de empleo se recuperan en el margen, aunque todavía de forma acotada.
- Nuestro país se encuentra en una clara senda de recuperación económica, aunque persisten los riesgos. De su materialización dependerá si esta senda se mantiene o se ralentiza en lo que viene. El deterioro del clima político que se observa en el último tiempo pone en riesgo la calidad de las políticas públicas y, con ello, no sólo la recuperación en el corto plazo, sino la posibilidad de sostener crecimientos más elevados en el mediano y largo plazo.
