Nº 142, septiembre 1994.
Puntos de Referencia
Educación
Políticas públicas

El sentido de pertenencia como catalizador de una educación de calidad

Carla Lehmann S.B..

  • Al comparar los dos tipos de establecimientos educacionales subvencionados se observan diferencias en la gestión educativa y administrativa financiera de éstos. Así, en general (considerando un mismo nivel socio-económico), la educación particular subvencionada presenta mejores rendimientos en las pruebas SIMCE que la educación municipal a la vez que, exhibe una gestión financiera más eficiente que esta última.
  • Tomando como referencia el diagnóstico esbozado, se propone abrir la opción de traspasar la administración (y potencialmente la propiedad del inmueble sujeta a una gestión adecuada) de escuelas municipales, en forma voluntaria y vía referéndum, a corporaciones o fundaciones educacionales privadas sin fines de lucro formadas básicamente por profesores. El traspaso se realizaría automáticamente, a través de una concesión por un período determinado, si el referéndum es aprobado por un 50% más uno de los votos de los profesores.
  • Es importante hacer notar que lo que se propone no es la “privatización» del sistema de educación pública municipal, sino que abrir o potenciar una nueva forma de gestión que, sin romper la tradición de docencia en nuestro país, permita rescatar o dar un cauce distinto al ethos de servicio público que caracterizó a la docencia en nuestro país durante muchos años. La idea es hacer posible la canalización descentralizada y autónoma de ese ethos, sin forzar la decisión y sobre la base de entidades docentes sin fines de lucro.
  • Asimismo, la propuesta básica se asienta sobre la creación de dos incentivos permanentes que potencien la calidad y equidad del sistema. Un primer incentivo consiste en premiar diferenciadamente (más fuertemente los avances obtenidos en los niveles de logro bajos) y con un tope las mejorías que se produzcan en los resultados del SIMCE a nivel de cada establecimiento educacional. Un segundo incentivo consiste en la creación de un subsidio equivalente a un porcentaje del valor unitario de la subvención por cada estudiante que pertenezca a una familia con un puntaje en la ficha CAS-2 igual o inferior a 520 puntos. Así, lo que se desea es hacer más atractivo a las escuelas subvencionadas atender las necesidades educacionales de los más pobres.