Nº 286, septiembre 2007.
Puntos de Referencia
Educación
Políticas públicas

Financiamiento y selección en educación. Algunas reflexiones y propuestas

Francisco Gallego, Claudio Sapelli.

 

  • El sistema de financiamiento de la educación crea incentivos a los proveedores de educación que afectan la calidad de la educación, la variedad de la oferta de proveedores, las políticas de selección de los colegios, las decisiones de los padres y la segregación social que se observa en el sistema. Un esquema de subsidios a la demanda como el chileno consiste en la creación de «cuasimercados». Es importante destacar que no existe un único diseño posible del sistema de subvención a la demanda. Más bien, cambios en el diseño del mismo generan consecuencias muy diferentes en todas las dimensiones mencionadas.
  • La clave para su buen funcionamiento radica en que, una vez definido el producto que el Estado desea adquirir (por ejemplo, un mínimo de calidad de educación definido según resultado en tests estandarizados), la autoridad fije los precios correctos. Una fijación inadecuada de los precios resultará en escasez si los precios son muy bajos o en exceso de oferta si son muy altos.
  • Por un lado, el nivel medio de la subvención es el que fija la calidad media de la educación y una subvención baja tendrá como efecto una calidad baja. A su vez, una mala estructura de precios relativos significará más escasez en algunos segmentos, si es que el costo de proveer el servicio es heterogéneo entre clientes. En este caso lo cierto es que educar a niños que provienen de hogares de menor nivel socioeconómico es, en promedio, más caro. Al ser la subvención plana (y baja), entonces se da que hay escasez en la oferta de educación de calidad para estos niños. Esto es exactamente lo que observamos en Chile hoy.
  • Por tanto, el valor del voucher debiese aumentar y de un modo diferenciado por NSE. Pero ¿a qué valor? ¿Con qué diferenciación? Algunos ejercicios ilustrativos sugieren que la estructura de precios debe ser (i) no lineal y (ii) incorporar al menos cuatro niveles según educación de la madre e ingreso familiar. Hay que notar que los resultados obtenidos implican que para ciertos grupos una subvención como la que existe actualmente parece permitir alcanzar niveles de calidad aceptables (digamos, 275 puntos en la prueba SIMCE). Sin embargo, para los grupos más vulnerables, los aumentos que han sido propuestos parecen insuficientes.
  • Uno de los problemas más complejos de resolver es que, como se está estableciendo un sistema de precios relativos, es necesario un mecanismo de retroalimentación constante que cambie los valores si no son fijados en su nivel adecuado. Otras propuestas presentadas en el trabajo apuntan a (i) la instauración de mecanismos de compensación por costos de distancia a los padres, (ii) la generación de mecanismos de entrega de información a los padres y (iii) la instauración de mecanismos de salida de proveedores de baja calidad.