Revista Capital, 4-16/9/2009
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Ian McEwan: Una visita perdurable

Marcelo Soto.

El inglés Ian McEwan deslumbró a la audiencia en una charla en el CEP, que tuvo de todo: Humor, revelaciones y uno que otro despiste del público.

por Marcelo Soto, revista Capital. 

Ian McEwan (nacido en 1948) es uno de los mejores escri­tores ingleses en activo y su comentada visita a Chile ha deparado algunos de los momentos más memorables del año literario. Su charla jun­to a Arturo Fontaine y David Gallagher, en el Centro de Estudios Públicos, fue sencilla­mente fenomenal y no tuvo desperdicio.

Haciendo gala de un humor fino, sofis­ticado, ajeno a cualquier pompa, el autor de Chesil Beach deslumbró. Pese a las conti­nuas preguntas sobre su método, en especial sobre la forma en que arma las tramas de sus libros, McEwan se negó a dar recetas y reafirmó que escribe sin un plan riguroso: «cuando comencé Expiación, era una no­vela de ciencia ficción. Robby, uno de los protagonistas, tenía la cabeza rapada y un implante», comentó, causando las risas de los presentes. Explicó que son los personajes los que van armando el argumento, como si alguien lanzara una carnada en el mar sin saber mucho qué va a encontrar.

Entre sus referencias, aparte de la admi­ración reconocida por Philip Roth, destacó la influencia que tuvo en su generación la literatura latinoamericana, que de alguna manera sacudió el provincianismo en que se encontraba la narrativa británica. Tuvo pala­bras elogiosas sobre todo para García Már­quez y Borges, cuya obra le fue presentada curiosamente por un chileno, confirmando aquella teoría popular que dice que siempre hay un connacional en toda historia.

McEwan reconoció que «Borges tuvo un enorme impacto en mí, fue fundamental. Antes de él no había mucho pensamiento en la narrativa. Borges podía hacer un rela­to como Pierre Menard, sobre un autor que se proponía escribir El Quijote palabra por palabra no para ser un imitador sino el verdadero autor de la obra. Es parte de mi herencia como escritor y fue un chileno borgiano en Cambridge quien me mostró su obra… Se llamaba Ibarra. ¿Alguien lo conoce?», pre­guntó el novelista. Pero nadie lo conocía.

También se dio tiempo para bromear so­bre las amistades y rencillas con otros escrito­res británicos: «nos odiamos, pero no tanto», dijo, antes de describirse como una fracaso social, que rehúye el mundillo literario.

En la cita estaban presentes varios es­critores como Rafael Gumucio, Pablo Si­monetti y Antonio Skármeta -quien se fue de la sala, apurado, sin esperar el intercam­bio de preguntas al final. Y como siempre sucede en estas ocasiones, no podía faltar el dato anecdótico, que hizo sonrojar a más de alguien, cuando el narrador Carlos Iturra lanzó la primera interrogante del público, luego de que Fontaine hiciera hincapié en que fueran breves. Iturra, sin embargo, se lanzó en una larga perorata, de varios mi­nutos, en que cuestionó «la validez de la novela, que ha muerto o está muriendo». Después continuó con su digresión y pre­guntó «qué papel juega una novela que vaya más allá del papel que juega el ajedrez o el fútbol, cuyos detalles son inteligentemente comentados… ¿Quién lee la novela hoy, sirve para algo?… «.

Fontaine advirtió que la pregunta la ha­cía «un escritor de relatos cortos» y McEwan se tomó el asunto con humor: «creo que muchos escritores actuales sienten celos de los grandes novelistas del siglo 19, que eran capaces de retratar a toda la sociedad en una novela. No hay ningún escritor británico de hoy que pueda hacer lo que hizo Dickens».

Además, el autor de Expiación leyó unos párrafos, bastante humorísticos, de su próxi­ma novela (Solar), en la que un joven cientí­fico seduce a una muchacha admiradora de Milton mediante puras artimañas intelectua­les, ante lo cual Gallagher -quien estudió y fue profesor en Oxford- bromeó diciendo que se sentía ofendido por la manera en que caricaturizaba el mundo académico inglés.

En general, McEwan dictó una clase de inteligencia y civilidad. La buena noticia es que dará otra conferencia el 22 de septiem­bre en la Casa Central de la UC. Quienes no lo vieron en el CEP (el audio está disponible en aquí), no deberían perderse esta nueva oportunidad.