Se ha formado una imagen sobre la relación entre jóvenes y política, o más en particular, entre estudiantes y política, bajo la cual los estudiantes serían altamente politizados, de izquierda, “anti-neoliberales” y críticos de la transición a la democracia.
El movimiento estudiantil que comenzó en Chile el año 2011 sacó hordas de personas a las calles y dio inicio a una discusión muy intensa sobre nuestra historia reciente y, en particular, sobre nuestra transición a la democracia. En ese entonces se hablaba de que el ambiente político estaba “enrarecido” y podríamos decir que lo sigue estando. De una forma u otra, el movimiento estudiantil contribuyó a lo que fue el fin de la Concertación, coalición que gobernó el país por casi 20 años. Todavía tenemos una discusión pendiente sobre las causas de muerte de este conglomerado y, con él, de cierta forma, de la lógica política que predominó durante la transición. Hay quienes dicen que la Nueva Mayoría ofreció un diagnóstico sobre este fenómeno político, hay quienes dicen que este diagnóstico estaba equivocado, y así, entre teorías y teorías, llevamos ya largo tiempo intentando comprender los últimos años de nuestra historia.
Como parte de este debate, se ha formado una imagen sobre la relación entre jóvenes y política, o más en particular, entre estudiantes y política, bajo la cual los estudiantes serían altamente politizados, de izquierda, “anti-neoliberales” y críticos de la transición a la democracia. Esta imagen no es monolítica —obviamente la juventud es diversa, pero sí es una imagen bastante extendida de cómo serían las generaciones jóvenes, y cuya expresión política sería el Frente Amplio. Es esa imagen de una juventud politizada, de izquierda, profundamente anti-mercado y crítica de la Concertación la que quiero contrastar con el análisis de datos de una encuesta inédita a 14 mil estudiantes de la educación superior.
Parto explicando brevemente algunos detalles técnicos sobre los datos que uso para esta investigación. Luego muestro algunos resultados sobre identificación e interés en la política de los jóvenes, un poco sobre su visión de la historia reciente de Chile y su posición frente a algunos conceptos claves de la transición, para terminar con un análisis de la primera vuelta de la elección presidencial de 2017. Concluyo con una breve reflexión.
