- Nadie puede anticipar completamente las consecuencias de sus propios actos. Mucho menos los gobiernos y las instituciones. Pero se puede tener una diligencia ordinaria para prevenir los errores más notables
- La guerra contra las drogas proclamada por la administración Bush, al reclamar una decidida participación militar en nuestros países, ha venido a convertirse en un aliado inesperado del militarismo tradicional.
- Vino a rescatar las viejas doctrinas inculcadas por la misión militar francesa a nuestras fuerzas armadas, aisladas por el fracaso de la Revolución Peruana, y a darles una nueva vigencia.
- Este nuevo rol social del militar en el Perú no sería más el del oficial profesional respetuoso de la ley y de la autoridad democrática, sino el de un regenerador moral del campesino cocalero, planificador de la sustitución de sus cultivos y flagelo del vicio.
- Aunque sean tareas irrealizables, y se reconozcan así privadamente, son pretextos muy poderosos para justificar un incremento tal vez irrefrenable del poder militar.