La privatización de la industria del acero vista por dentro

Considero importante difundir mi experiencia como trabajador-accionista de la empresa en la que me desempeño, con el secreto anhelo de que en el futuro la inmensa mayoría de los trabajadores acceda también, como en mi caso, a la propiedad de ella.
La única forma de que los chilenos nos sintamos dueños de nuestro país, echemos raíces en él y seamos responsables de las empresas en las que laboramos es difundiendo la propiedad privada, haciéndola extensiva al mayor número de personas.
Paulatinamente, a partir de 1985, los trabajadores aumentamos nuestra participación en la Compañía de Aceros del Pacífico. Actualmente, somos dueños del 38% del capital accionario.
Lo que ha ocurrido es una verdadera revolución, la «Revolución de los Trabajadores Propietarios», sistema que ha confiado en la capacidad de los trabajadores para ser accionistas de una empresa y para desarrollarse en un esquema de libre empresa.
Doscientos mil trabajadores, a través del Capitalismo Popular y la privatización de empresas públicas, se han convertido en accionistas de alguna empresa. De continuarse con la política de privatizaciones, el número de trabajadores accionistas puede ser mucho mayor.
La historia recordará la política de privatización como acertada, porque ha sido la única que le ha dado una verdadera oportunidad al trabajador.

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