Editado en 2008
Libros
Educación

Las escuelas que tenemos

Bárbara Eyzaguirre, Loreto Fontaine C..

Las escuelas que tenemos

Recetas prácticas para mejorar la educación

Este libro es un estudio comparativo de trece escuelas santiaguinas que atienden a niños de similar nivel socioeconómico, pero que obtienen diferentes resultados en el SIMCE. El trabajo busca identificar los factores propios de la escuela que contribuyen a explicar estas diferencias de rendimiento. Se centra en lo que sucede en el aula y en las prácticas de gestión pedagógica en relación al aprendizaje inicial de la lectura.

El debate público en educación muchas veces está centrado en las grandes políticas e instituciones públicas. No se puede negar su importancia, pero los aprendizajes de los estudiantes finalmente ocurren al interior de una sala de clases. Pero, ¿qué distingue a una buena escuela? ¿Qué la hace mejor que las demás? ¿Qué le falta a una escuela “del montón” para ser buena de verdad? ¿Cómo se puede mejorar una mala escuela? Estas interrogantes, aunque parezcan simples, no tienen respuestas obvias. La búsqueda de un conjunto coherente de buenas prácticas que den respuesta a estas preguntas es lo que motiva este libro.

Durante dos años las autoras se adentraron en el quehacer de trece escuelas de sectores populares de Santiago. En su recorrido incluyeron establecimientos de alto, mediano y bajo rendimiento en el Simce para identificar cuáles son las prácticas pedagógicas que hacen una diferencia en esa prueba. En lugar de abordar muchas dimensiones, se centraron en la iniciación a la lectura por ser ésta un aprendizaje fundacional que define la trayectoria académica futura de los alumnos.

En este trabajo se ilustra con claridad las diferencias entre las escuelas donde los niños aprenden y aquellas donde esto no se logra. Una vez más se comprueba que lo que hacen los profesores en la sala de clases es lo que más afecta el progreso de los alumnos y que una adecuada gestión pedagógica conduce a una acción dedicada y efectiva de los profesores.

Este libro será sin duda una guía para cualquier lector que quiera acercarse a la realidad de nuestras escuelas. Pero a la vez será una buena herramienta para quienes están a cargo de los establecimientos, ya que de su lectura se desprende directamente una serie de medidas que cualquier escuela puede aplicar para mejorar sus prácticas. Finalmente, quienes toman las decisiones públicas comprobarán los enormes desafíos que significa lograr una educación de calidad. Esperamos que su lectura resulte fecunda para todos los interesados en mejorar la educación de los niños chilenos.