Mayo 2009.
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Salud

¿Más salas cuna o permisos post natales más largos? Una comparación de alternativas de política para apoyar a la maternidad y a la primera infancia

Francisca Dussaillant L..

La compatibilización de maternidad y trabajo es uno de los principales problemas a los que se ven enfrentadas las madres que quieren cumplir ambos roles de la mejor manera posible. Para facilitar este proceso, los gobiernos entregan una serie de posibilidades a las mujeres que trabajan, entre las que se encuentra el acceso a centros de cuidado infantil institucionalizado, la provisión de permisos post natales relativamente largos, la existencia de subsidios gubernamentales atados al tamaño de la familia, etc. En este trabajo queremos contrastar dos de estas políticas que, por tener ambas como foco a los niños menores de un año, son (al menos parcialmente) excluyentes. Las políticas en cuestión son un post natal más largo o el acceso universal a salas cuna para los niños a partir de las 12 semanas de vida. Esta última política ha sido ampliamente promovida por el gobierno de Michelle Bachelet a través de su programa Chile Crece Contigo, cuyo foco es el apoyo a la maternidad e infancia en los sectores del 40% más vuilnerable de nuestro país. Por otro lado, una serie de iniciativas legislativas que buscan mejorar las condiciones del pre y post natal en nuestro país duermen en el congreso.

A lo largo del artículo iremos descubriendo que la dirección que ha tomado nuestro país en términos de priorización de políticas (priorizando el acceso a salas cuna por sobre un mejoramiento de la política de post natal) difiere significativamente de lo que se ha estado observando a nivel internacional, sobre todo en los países desarrollados. Por otro lado, se mostrará que la evidencia sobre los efectos del cuidado institucionalizado para niños menores de un año dista mucho de ser positiva. De hecho, la evidencia sobre los malos resultados que experiencias prolongadas en salas cuna producen en el desarrollo infantil ha llevado a las naciones industrializadas a fortalecer sus políticas de licencias post natales y a enfocar sus políticas de educación preescolar a niños mayores de uno o incluso de tres o cuatro años.

La evidencia internacional demuestra que un mercado laboral que entrega permisos post natales más largos a las madres es percibido como un mercado atractivo para éstas. De esa manera, la mayor parte de las políticas de extensión de estos permisos han producido un incremento significativo de la oferta laboral femenina que se ha traducido en ocasiones en aumentos importantes en el empleo, sobre todo de aquellas mujeres que están en edad de concebir. Existe un argumento paralelo que indicaría que la oferta laboral femenina también aumentaría al ofrecerse acceso gratuito a centros de cuidado infantil. Sin embargo, las mujeres chilenas han mostrado en diversas encuestas que no les gusta enviar a sus hijos a estas instituciones, especialmente cuando los niños son muy pequeños. En ese sentido, una política que extienda el período post natal será percibida por las madres como mucho más afín a sus necesidades reales de compatibilizar el trabajo y la maternidad que la provisión universal de salas cuna.

Es interesante notar que la tendencia internacional en lo que respecta a las políticas de permisos post natales ha sido la de entregar períodos largos de permisos en los que se abre la posibilidad a los padres de reemplazar a la madre en las labores de cuidado infantil al menos durante alguna fracción del período. De esa manera se incentiva la participación del padre en las responsabilidades de la crianza y se permite a la madre una mayor flexibilidad para aprovechar eventuales oportunidades que se le presenten en el mercado laboral. Aunque las mujeres siguen siendo, en todo el mundo, las principales responsables de la crianza y por ende son las que utilizan en mayor proporción los permisos, abrir estas posibilidades a los padres ha permitido a algunas familias lograr equilibrios que no hubieran sido posibles de no haber existido esta opción.

La discusión que se presenta en el paper no debe entenderse como una renuncia a abordar casos específicos de hogares con disfuncionalidades graves en los que es posible que una sala cuna sea la mejor opción para el niño. Sin embargo, esos casos puntuales deben tratarse como tales y la política pública enfocada a la mayoría de los hogares debiera tener un énfasis diferente en el que se privilegie la permanencia del niño con su madre o su padre. Por otro lado, una política de acceso a centros de cuidado infantil que comience al momento del reintegro de la mujer a su puesto de trabajo es un gran aporte a la empleabilidad de estas madres. Lo fundamental es que ese reintegro se realice ojalá de manera suave (quizá mediante un reintegro incial a tiempo parcial) y en un momento en que el niño esté preparado para acceder a un ambiente distinto del familiar. La evidencia es categórica en insistir que esas condiciones no se dan antes de que el niño cumpla seis meses o incluso un año de edad.

En vistas de la evidencia, se entrega un análisis (inicial) de costos de distintas alternativas de propuestas de extensión del post natal. Además de mostrar que tales iniciativas no serían especialmente onerosas para el gobierno, mostramos que en algunos casos al menos los costos por madre son inferiores a los costos que implica la provisión gratuita de salas cuna durante los meses que cubriría la extensión del permiso. El artículo consta de tres partes: primero se presenta evidencia para nuestro país sobre el efecto de la maternidad en el empleo, la prevalencia en el uso de las salas cuna y jardines infantiles en nuestro país, y las necesidades reveladas por las madres en lo que se refiere a permisos post natales. A continuación se entrega un recuento de la evidencia internacional en lo que concierne a estas dos políticas en cuestión. Finalmente entregamos un análisis preliminar de costos que contrasta ambos proyectos.

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