Puntos de Referencia, Nº 174, octubre 1996.
Puntos de Referencia
Ciencias Sociales
Economía
Opinión Pública
Pobreza y desigualdad
Políticas públicas

Pobreza: Percepciones versus realidades

Ignacio Irarrázaval, Carla Lehmann S.B..

Estos datos demuestran que los mecanismos en operación han dado buenos resultados. Cambiar el enfoque, diluyendo los recursos del Estado en sectores más amplios, parece inconveniente.

  • En el último estudio de opinión pública sobre pobreza dado a conocer recientemente por el Centro de Estudios Públicos un 42% de los entrevistados estimó que el nivel de pobreza se había mantenido en los últimos 5 años. Esta percepción, siendo verdadera en cuanto percepción, no tiene, sin embargo, ningún asidero en el contexto de la realidad objetiva.
  • Tanto las cifras oficiales sobre pobreza como una serie de indicadores objetivos emanados de las encuestas CEP señalan, por un lado, que la pobreza en Chile ha disminuido considerablemente en los últimos años (un 40% entre 1987 y 1994), y, por otro lado, que la calidad de vida de los pobres ha mejorado ostensiblemente.
  • Las encuestas CEP indican que el consumo de bienes durables en los hogares más pobres ha crecido considerablemente en los últimos 4 años. Estos hogares han prácticamente duplicado su disponibilidad de televisión en colores, automóvil, calefón y equipo de video. Asimismo, los datos del último sondeo muestran que un 57% de los hogares pobres tienen refrigerador, un 58% lavadora y un 21% teléfono.
  • Desde una perspectiva de más largo plazo, se puede mencionar el aumento significativo en la escolaridad de los más pobres: en 1988 un 15% de las personas del estrato socioeconómico bajo tenía cuarto medio o algún tipo de educación superior. En 1996 esta proporción se eleva a 22%. También se observa un claro mejoramiento intergeneracional en la escolaridad de éstos: en esta categoría, los jóvenes entre 18 y 24 años han aprobado en promedio 9,5 años de estudios mientras que los mayores de 55 años tienen sólo 4,4 años promedio de estudios aprobados.
  • Estos datos demuestran que los mecanismos en operación han dado buenos resultados. Cambiar el enfoque, diluyendo los recursos del Estado en sectores más amplios, parece inconveniente. Sigue siendo necesario que el gasto social se concentre en los más pobres, pero el camino fundamental para el progreso de las personas de escasos recursos es el crecimiento económico. Este gobierno y los sucesivos deben perseverar en este camino.