- Se ha dicho repetidamente que durante los próximos dos años el abastecimiento eléctrico será extremadamente precario, siendo muy probable que se repita la crisis eléctrica que ocurrió en 1998 y 1999. Este trabajo estima esa probabilidad usando el modelo Omsic, el mismo que se ocupa para operar el sistema.
- La conclusión es que durante los próximos dos años el riesgo de déficit-medido por la probabilidad de que la demanda proyectada sobrepase a la energía producida- es bajo: en ningún mes la probabilidad de déficit es mayor que 0.025 (2,5%) y en 21 de los 24 meses la probabilidad de déficit es cero o menor que 0.01 (1%).
- La relativa holgura del abastecimiento se explica por el crecimiento más lento de la demanda por electricidad (debido, a su vez, al crecimiento más lento de la economía) y la entrada de dos centrales de ciclo combinado adicionales (una de Colbún con motivo de su contrato con Codelco y la reconversión de la central Renca anunciada por Gener)
- Lo anterior no significa que los episodios de déficit desaparezcan, porque la hidrología en Chile es muy variable y nunca se pueden descartar sequías extremas. Si, por ejemplo, en cada uno de los dos próximos dos años ocurriera la hidrología más seca de la estadística (en cualquier caso un evento extremadamente improbable y que nunca ha dado desde que existen estadísticas), el déficit agregado sería alto.
- Sin embargo, aún en esa eventualidad muy improbable, bastarían a lo más de 523 MW de capacidad adicional transitoria (vale decir, que se instala sólo una vez que el déficit es inminente y se retira una vez que termina la sequía) para eliminar por completo los déficit, magnitud similar a los 450 MW que instaló Endesa durante la crisis pasada.
- La manera correcta de evaluar la situación de abastecimiento es calculando la probabilidad de ocurrencia de déficit, porque la principal fuente del riesgo, la variabilidad hidrológica, es probabilística. Por el contrario, es inadecuado evaluar la situación de abastecimiento simulando qué ocurriría si da una hidrología media, porque algunos meses de déficit podrían ocurrir aún en casos que la situación de abastecimiento a relativamente holgada, medida tanto por la hidrología como por la cantidad de agua embalsada en el lago Laja.
- Que se proyecte déficit en algún mes de un año hidrológico medio, no necesariamente indica que la situación de abastecimiento es «desesperada». En Chile la hidrología es muy variable yeso impone que cada vez que se decide cuánta agua del lago Laja se debe usar se consideren distintos escenarios con hidrologías muy distintas. Un año hidrológico medio puede incluir meses particularmente secos con déficits probables. En ese caso es conveniente guardar agua en anticipación de una sequía. Si ella no ocurre (como no ocurriría a partir de julio de un año como ese), el sistema vuelve a operar holgadamente.