Carolina Tohá, Ernesto Águila y Max Colodro analizan el momento que vive este sector y los posibles caminos para reconstruirse como una opción de gobernabilidad.
¿Cuál es el diagnóstico interno luego de los últimos golpes electorales? Tras darle gobernabilidad al país por 30 años, ¿qué futuro tiene hoy la centroizquierda en Chile? ¿Por dónde debiera atravesar su proyecto cultural, su programa político? ¿Queda espacio para una centroizquierda que, comprometida con la democracia, sepa convivir con el capitalismo? Esas fueron las preguntas que se les plantearon a los invitados a la segunda sesión del ciclo sobre la centroizquierda que se realizó el pasado 4 de julio.
Carolina Tohá, Ernesto Aguila y Max Colodro intentaron responder en una conversación que fue moderada por el investigador del CEP, Ernesto Ayala. La ex ministra y ex alcaldesa abrió los fuegos con una demoledora visión del estado actual de su sector. “La centroizquierda hoy se ve profundamente destartalada, desorientada, dispersa”, y añadió que está sumergida en una crisis porque no se hizo frente al desgaste de la Concertación tras el triunfo de Sebastián Piñera, pero también porque las dos grandes fuerzas que dieron origen a la Concertación “perdieron la capacidad de representar a los mundos que representaron».
«En aquel momento, agregó, el intento de hacer una renovación, de repensar la coalición, era visto por una parte importante como una amenaza para la misma coalición. Había que prepararse para volver al poder, más que hacer una reflexión y renovarse».Tohá afirmó que la izquierda de la ex Concertación, PS y PPD carece de un relato de sí misma que no fuese renegar de sí misma. «Nuestro sector hoy no sabe en qué se diferencia del Frente Amplio». Pero además, señaló que ha habido una nula capacidad de mirar los cambios de la sociedad y el deterioro que han sufrido los partidos. Sostuvo que en el camino de reconstrucción no es conveniente fijar frontera o exclusiones.
Max Colodro concordó en que la crisis se inaugura en 2010 cuando la Centroizquierda construye un relato de lo que fue la Concertación señalando que ésta estuvo administrando por 20 años un modelo ajeno, una suerte de “neoliberalismo corregido” y a partir de eso, se instala una desafección profunda con el Chile que había construido. Según él, la salida pasa por la construcción de consensos y plantea que la crisis de la izquierda es más global. “La izquierda estuvo un siglo y medio luchando por construir un mundo que fracasó. No fuimos capaces de construir una alternativa al capitalismo”, sentenció
El tercer expositor, Ernesto Aguila, centró su análisis en las dificultades que enfrenta la salida de la crisis. Señaló que se necesita un nuevo pacto que se haga cargo de las transformaciones políticas y sociales en los espacios de la centroizquierda, que se requiere una nueva configuración de fuerzas políticas y que un tema fundamental es recuperar las confianzas pues una política de alianzas va a requerir definiciones más precisas.