El lingüista Fernando Zúñiga presentó su libro “Mapudungun, el habla mapuche”, el cual fue comentado por las académicas Lucía Golluscio y Jaqueline Caniguan.
Citando dos versos del poeta TS Elliot, “las palabras del año pasado pertenecen al lenguaje del año pasado y las palabras del año que viene aguardan otra voz”, el doctor en Lingüística Comparada por la Universidad de Zúrich y actual catedrático en la Universidad de Berna, Fernando Zúñiga, habló de los 25 años que lleva trabajando en este tema, de la primera edición de su libro Mapudungun, el habla mapuche, publicado en 2006 y del paso del tiempo entre esa y la actual publicación. Entonces y ahora, tal como lo señaló en el prólogo, su intención fue despertar el interés por la lengua mapuche, ayudar a quienes ya la conocen a comprender mejor sus estructuras fundamentales y contribuir a que los esfuerzos del Estado y la sociedad civil por revitalizarla no lleguen demasiado tarde y en vano.
El Centro de Estudios Públicos (CEP) y el Fondo de Cultura Económica lanzaron el 31 de marzo una edición revisada del libro Mapudungun, el habla mapuche, en un encuentro virtual en el que participó el autor desde Suiza, la profesora Lucía Golluscio desde Argentina y la académica Jaqueline Caniguan desde Puerto Saavedra, Temuco.
Jaqueline Caniguan, magíster en lingüística indoamericana por el CIESAS y profesora del Departamento de Lenguas, Literatura y Comunicación de la Universidad de la Frontera, valoró el aporte de Zúñiga y destacó que el libro da cuenta de que, aunque sea lentamente, “Chile Mapu se abre a la belleza de su diversidad y no se queda solo en el blanco y negro del castellano, ni en la uniformidad y la homogeneidad de una sola lengua o una sola cultura”.
Por su parte, Lucía Golluscio, doctora en Letras por la Universidad Nacional de La Plata y profesora titular de la cátedra de etnolingüística de la Universidad de Buenos Aires, destacó que dado los objetivos que se propuso su autor, puede decir que su misión está perfectamente cumplida, afirmando que la obra permite una adecuada comprensión del lugar que ocupa el mapudungun en el conjunto de las lenguas actualmente habladas en el mundo. “Tanto la descripción que hace de los ricos fenómenos de esta lengua maravillosa, como el precioso corpus textual disponible para generaciones presentes y futuras, no hace más que demostrar la vigencia y el valor de la lengua mapuche y del pueblo que la atesora y la transmite por los ríos profundos de su entidad y de su historia”, finalizó.
