La Segunda, jueves 22 de junio de 2006
Opinión
Previsión

Logrando responsabilidad fiscal

Salvador Valdés Prieto.

El proyecto de Ley de Responsabilidad Fiscal es urgente debido al auge del cobre. Será crucial en el futuro, CUANDO EL FISCO RECIBA EL DIVIDENDO por término del tránsito de reparto a capitalización en las pensiones.

En un estudio disponible en www.cepchile.cl propongo perfeccionar dicho proyecto distinguiendo entre pasivos fiscales exigibles, provisiones por riesgos fiscales y fondos de reserva. Los dos primeros están al lado del pasivo de la «hoja de balance» fiscal. Los pasivos exigibles se distinguen porque existe un contrato que puede ser cobrado en tribunales en caso de que el fisco no cumpla el plazo o modifique su monto. En cambio, las provisiones por riesgo fiscal son parte del patrimonio fiscal, pues no son exigibles ante tribunales. Conviene calcularlas para lograr una buena administración e informar mejor a la ciudadanía. Por su lado, los fondos de reserva respaldan tanto los pasivos exigibles como las provisiones.

Una ley de responsabilidad fiscal debería exigir al Poder Ejecutivo un informe anual que cuantifique sistemática y no selectivamente los riesgos y pasivos fiscales. Hoy se reporta con gran transparencia la deuda pública y el pasivo por concepto de garantías de tráfico a concesionarios de carreteras. Sin embargo, no se reportan los principales riesgos fiscales, que son los incrementos esperados en gasto fiscal en el plan AUGE, en otros subsidios al sector salud, en subvención educacional, en subsidios de pensión mínima en el sistema antiguo (INP) y en desempleo. Sólo se han proyectado los subsidios de pensión mínima en el sistema nuevo y de pensión asistencial. Sospechamos que estos riesgos fiscales se expresarían en provisiones de gran magnitud como porcentaje del PIB, que deberían ser respaldados con fondos de reserva que conviene construir desde ya.

La OCDE recomienda reconocer las obligaciones con empleados públicos a quienes su contrato de trabajo ofreció remuneraciones diferidas. Ello se revela cuando el salario es menor que los de mercado en la época de actividad, pero se compensa con pagos a partir del término del empleo. Nueva Zelandia ya reconoce un pasivo fiscal de este tipo con el personal en retiro de sus Fuerzas Armadas. En Chile, gran parte de las pensiones que pagan la Caja de Previsión de la Defensa Nacional y la Dirección de Previsión de Carabineros son remuneraciones diferidas. Esta es una deuda fiscal.

La construcción de una hoja de balance permitirá que el fisco pase a contabilidad devengada, esencial para informar correctamente el costo de la generosidad. Por ejemplo, un alza de pensiones mínimas interactúa con el proceso de envejecimiento, generando un incremento en el gasto anual equivalente mayor que el gasto anual inmediato (el único informado hoy). Al cuantificarse esta diferencia, se revelaría la necesidad de constituir provisiones. Los recursos destinados a elevar los fondos de reserva se restarían del gasto fiscal potencial, mostrando el costo real de la medida.