La Segunda, 16 de abril de 2012
Opinión

Mecenas en política: Lucas Sierra prefiere promover donaciones chicas para evitar distorsiones

Lucas Sierra I..

Experto del Centro de Estudios Públicos defiende la reserva en las donaciones para campañas políticas, aunque sostiene que es necesario hacer ajustes para aumentar la masa de potenciales aportantes.

Aumentar la masa de donantes a las campañas políticas -más que eliminar conceptos de reserva en los aportes-es el camino que propone el experto del Centro de Estudios Públicos (CEP), Lucas Sierra, para garantizar un buen funcionamiento del sistema político, y que no sea capturado por grupos de interés ni se transforme en un espacio para la extorsión política por parte de los candidatos.

Tras casi una década de la ley que reguló por primera vez las donaciones políticas, hay voces que piden mayor transparencia en el mecanismo. De hecho, un reportaje de «La Segunda Sábado» mostró cómo algunas donaciones se hacen públicas (cuando superan determinados montos), pero en su mayor parte prima la reserva de la identidad: el quién es quién de los benefactores se maneja de preferencia en el off the record, pese a que muchos dirigentes de partido saben quiénes son sus aportantes.

«Total y absoluta transparencia no es del todo bueno»

Sierra recuerda que la ley creó tres categorías de aportes (públicos, que son conocidos por todos; reservado y anónimo, casos en los que se reserva la identidad del donante para el receptor y el público en general, y que depende de los montos). La norma incluso estableció ciertas fórmulas matemáticas para que el receptor reciba las donaciones sin que pueda cotejar los montos que un particular pudiese haber acordado con el candidato.

Para Lucas Sierra, el «mecanismo de la reserva es interesante, porque se relaciona con la que se contempla en el voto mismo : la total y absoluta transparencia en materia de preferencia políticas no es del todo bueno. El secreto del voto se vio como una conquista democrática. Otra forma de manifestación de una adherencia política es la donación de las campañas. Y esa es la lógica que recoge la reserva en los aportes. Debe garantizarse que el donante sepa lo mismo que el público. Quien dona, eso sí, sabe todo.

-¿Qué valor se quiere resguardar para defender estos límites a la transparencia?
-La libertad de la decisión: El carácter genuino de la manifestación política.
Y ejemplifica: Una persona que es conservadora y vive en un entorno familiar radicalmente liberal. ¿Cambiaría su voto o aporte monetario si es que su preferencia antiabortista fuera pública, a contrapelo de la posición abortista del resto de su entorno?

-¿Y si se trata de una donación de una empresa?
-Estoy de acuerdo en que las empresas -con o sin fines de lucro- donen. Ahí hay que hacer una reforma: Hay que abrir más la cantidad de personas jurídicas que puedan donar, en forma fácil y regulada. El Estado debe incentivar las donaciones del resto de las personas jurídicas, como ONGs, y de personas naturales.
Y explica: «En vez de prohibir las donaciones de personas jurídicas, hay que promover las donaciones de muchas personas naturales, para que un candidato tenga más donaciones chicas distintas, y así funcione el sistema como está diseñado: Que no sea posible saber quién donó, pues de otro modo se hace más fácil el tráfico de influencia».
Y en este punto, eso sí, reconoce dificultades en la búsqueda de mecanismos que igualen las facilidades de donaciones de las empresas (que pueden descontar de impuesto) de las personas naturales. Una opción, propone, es que la donación de un particular provoque que el Estado entregue a su vez un aporte por el mismo monto.
«De tal manera que para los candidatos y los partidos sea interesante buscar donaciones lo más distintas posibles, con un cierto monto», enfatiza.

-¿Pero si el público sabe qué empresa dona a quién, no permite monitorear mejor el comportamiento del candidato respecto a los temas de interés de esa compañía?
-Pero para eso se necesita la ley de lobby: Esta es para fijar comportamientos que tú chequeas la actitud de un candidato y puedes ver su relación con determinados grupos de interés y a la vez preservas el carácter valioso de la libertad de la donación.
Cuando tienes plena prueba de la donación, sobre eso puedes establecer un mecanismo de tráfico de influencia: extorsionando o pidiendo favores. De otro modo, si no se tiene certeza de quién donó, se hace ineficiente la presión.