La Tercera, 16 de agosto de 2016
Opinión
Salud

Multiseguros sociales

Carolina Velasco O..

En el Centro de Estudios Públicos hemos estado pensando en los cambios que el sistema de seguros de salud chileno requiere y para ello hemos unido fuerzas con diversos actores…

Recientemente La Tercera informó que las utilidades de las Isapres en lo que va de 2016 fueron de 23.000 millones de pesos, las más bajas en 10 años. En efecto, las Isapres han ganado 7.000 pesos por persona este semestre, menos de la mitad de los 19.000 pesos por persona obtenidos en el mismo periodo en 2012. Esta cifra puede desmenuzarse, llegando a decir que cada Isapre ganó en promedio casi 1.200 pesos por persona al mes en 2016, lo que se puede comparar con los ingresos que en promedio obtienen por persona cada mes, que van entre 50.000 y 60.000 pesos. ¿Mucho? ¿Poco? Juzgue usted, puesto que el propósito de la columna es otro. Considero que para mejorar nuestro sistema de salud, el foco tiene que estar en cómo, a partir de lo que tenemos actualmente, nos enfocamos en cumplir con el objetivo de que todas las personas reciban los cuidados que necesitan de manera oportuna y, como lo menciona la Organización Mundial de la Salud, «sin tener que pasar penurias financieras para pagarlos».

En el Centro de Estudios Públicos hemos estado pensando en los cambios que el sistema de seguros de salud chileno requiere y para ello hemos unido fuerzas con diversos actores, conscientes de que se necesitaban miradas frescas. Como parte de este análisis, en un seminario reciente, un académico extranjero que integra nuestro equipo (Francesco Paolucci) expuso las líneas centrales de la propuesta en la que estamos trabajando: la reformulación del esquema de organización en salud en línea con los modelos de seguro social europeos. Es interesante constatar que la apreciación de Paolucci, luego de conversar con múltiples participantes del sector, es que la discusión en esta materia está muy politizada. En su visión, ello impide estudiar sólidamente las causas de los fenómenos observados, y en consecuencia, definir soluciones a los problemas existentes.

Así, por ejemplo, para él no es extraño que tengamos precios más altos en el sector privado y listas de espera en el sector estatal, puesto que ello responde a los incentivos que surgen de la forma en que se estructura y financia cada subsistema de salud, así como de las reglas del juego que los rigen. Nada nuevo. Respecto de la habitual distinción que se hace entre lo público y lo privado en salud, señala que ésta desconoce que los límites entre ambos sectores se han ido borrando. Por ejemplo, los esquemas de financiamiento público, han ido introduciendo co-pagos, y por el contrario, aquellos basados en seguros privados han incorporado más regulación para lograr subsidios cruzados. Si se mira desapasionadamente esta realidad es razonable que Chile converja a un solo sistema de salud, donde el Fonasa y las Isapres participen con iguales reglas en el aseguramiento de la salud de la población. A diferencia de lo que escuchamos en Chile, nuestro invitado considera que esto es el paso natural de un sistema fragmentado como el nuestro y que, ante un marco regulatorio claro y adecuado, las Isapres, el Fonasa e incluso los prestadores estatales de salud -con sus pesadas estructuras organizacionales- son capaces de adecuarse a los requerimientos de un sistema de salud moderno, cuyo foco es responder a las necesidades de las personas.