www.t13.cl/blog, 28 de diciembre de 2016
Opinión
Pueblos Originarios

Representación indígena en el Congreso

Isabel Aninat S..

En su reciente visita a la Región de la Araucanía, la Presidenta Bachelet reflotó ideas que llevan ya más de dos décadas dando vueltas: el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas y su representación política en el Congreso.

La primera se viene discutiendo desde 1989, con la firma del Acuerdo de Nueva Imperial entre organizaciones indígenas y el entonces candidato Patricio Aylwin y los sucesivos proyectos de ley que se han presentado desde entonces.

La segunda propuesta, la inclusión de escaños reservados para los indígenas en el Poder Legislativo, aunque parece suscitar acuerdo, no ha sido parte relevante de la agenda política. Algunas ideas sobre cómo materializarlo han circulado en mociones parlamentarias y en la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato. Sin embargo, es un tema sobre el cual tenemos pendiente un debate de fondo.

Si el objetivo es asegurar la representación indígena, la opción sería crear un distrito especial. La dispersión geográfica de los nueve pueblos indígenas reconocidos por ley llevaría a que se tratara de un distrito virtual y no territorial, como el resto de las circunscripciones y distritos del sistema electoral.

«Si el objetivo es asegurar la representación indígena, la opción sería crear un distrito especial»Ello, a su vez, conlleva múltiples preguntas: ¿Quiénes serían los electores de este distrito, solo los pueblos indígenas o todos los electores del padrón? ¿Qué rol cumpliría el Servel en el manejo de un padrón indígena? Y en cada uno de esos casos, ¿los electores en este distrito votarían una vez (por candidatos de su distrito) o dos veces (por candidatos de su distrito territorial y del distrito indígena)? Si se les permitiera a las personas indígenas votar dos veces, se podría vulnerar el sufragio igualitario; si se les permitiera escoger el distrito que votan, se agregaría un trámite adicional al proceso de voto.

Luego, ¿dónde se incluirían estos escaños: en la Cámara de Diputados y/o en el Senado? ¿Cuántos parlamentarios serían en cada caso? ¿Serían previamente distribuidos entre los nueve pueblos reconocidos por ley o no? Si la respuesta es sí, ¿en base a qué criterio debiese hacerse ese cuoteo? Finalmente, ¿cuáles serían los requisitos exigidos a los representantes que ocupen dichos escaños? ¿Sólo ser indígena u otros requisitos adicionales?

Las respuestas a estas preguntas no son evidentes. Hay opciones que podrían afectar los principios de igualdad en el voto y de conformación de la Cámara y del Senado. Además, ciertas opciones podrían afectar la representatividad y proporcionalidad, que la reforma al binominal, precisamente, buscó mejorar.

«Hay opciones que podrían afectar los principios de igualdad en el voto y de conformación de la Cámara y del Senado»La experiencia comparada tampoco provee respuestas únicas. Países como Nueva Zelandia, Colombia, Perú, Venezuela y Bolivia han optado por distintos mecanismos para hacer efectiva la representación indígena.

En el 2014, el entonces Ministro del Interior Rodrigo Peñailillo, en medio de la reforma al sistema electoral, reflotó esta discusión al anunciar que era un tema en estudio. Nada concreto se ha sabido desde ese entonces. Es de esperar que las propuestas que emanen de la Mesa de Diálogo liderada por el Obispo Vargas no se limiten a resucitar ideas sino que contribuyan a un debate de fondo sobre cómo implementar la representación indígena en el Congreso.