Experto en modernización del Estado, el investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP) y académico de la UC, Salvador Valdés, tiene una evaluación clara y propuestas concretas para evitar que se repitan casos como el de las subvenciones educaciones. Es un episodio que permite sacar lecciones, dice, aunque considera que no es nuevo, que el CEP lo ha planteado por años a distintas autoridades y que ha vuelto a hacerlo ahora al actual gobierno.
Por Teresa Espinoza
“Hay conversaciones y la disposición a colaborar y discutir estos temas con las autoridades que estén interesadas”, afirma.
—¿Qué lecciones saca del caso subvenciones, que no es el primero que cuestiona la gestión de los recursos públicos?
—No lo es, y eso es muy revelador. Muestra nuevamente a un seremi a cargo de la gestión de gasto público. El caso anterior es el de los seremis del Trabajo con los planes de empleo, error evidente de diseño que desembocó en el desvío de fondos para campañas electorales del oficialismo, como ha acusado el Ministerio Público.
Ahora vemos en educación un seremi nombrado por su cercanía a un partido de gobierno, el PS, lo que es normal y está bien, en la medida en que su labor consista en diseñar políticas… Sectores independientes y de la Alianza le han dicho por años al gobierno que haga un sistema de gestión imparcial, encargue las labores de ejecución a personas calificadas, utilizando el sistema de la Alta Dirección Pública, y que las deje debajo del nivel político. Pero pasan los ministros y no se hace nada.
—¿Por qué no se hace?
—No sé. Hay una falta de responsabilidad evidente.
Me parece inaceptable que los ministros se victimicen y digan que los están persiguiendo, siendo que son ellos los que no cumplen con su tarea. También hay responsabilidad del ministerio de Hacienda, y en particular de la subsecretaria María Olivia Recart, quien estaba a cargo de poner en práctica la comisión de probidad y transparencia. Lo mismo, la Dirección de Presupuestos. No tiene sentido que promueva la evaluación de los programas si ni siquiera es capaz de controlar que se gasten los fondos en las actividades propuestas.
La Dirección de Presupuestos mantuvo con recursos a Chiledeportes a pesar de todos los informes negativos, y aquí, a pesar de todos los informes de Contraloría, ha sostenido al seremi Alejandro Traverso durante años. ¿Cómo? Por la vía de no cuestionar y no poner condiciones cuando aprueba el presupuesto de estas entidades.
El ex Presidente Lagos también elude su responsabilidad. El excluyó a la mitad de los altos directivos del sistema de la Alta Dirección Pública y en educación no hizo nada por profesionalizar la gestión, pese a que la subvención es uno de los gastos públicos más importantes del país. Las objeciones de Contraloría vienen desde su gobierno.
—Pero el sistema de Alta Dirección Pública está funcionando.
—El sistema de Alta Dirección Pública sólo se refiere a los servicios públicos, y la mitad de ellos fueron excluidos. Además, hay un desorden institucional de años, y es que muchas de las labores de gestión y administración del Estado lamentablemente no están en manos de servicios públicos, como exige la ley, sino en programas, que son servicios públicos informales, que gastan una enorme cantidad de recursos y son administrados por funcionarios de confianza política.
—¿Los seremis son el principal problema?
—No. El problema está en entregar sistemáticamente a seremis, que son funcionarios políticos que no fueron nombrados por su idoneidad profesional y técnica, la ejecución de programas de gasto público. Ningún seremi debería tener el poder de firmar cheques, ninguno debería poder asignar contratos. Nunca. Así se hace en todos los países organizados y también en parte importante de la administración pública chilena.
“Entregar” administración de subvenciones
—¿Ve disposición en el gobierno para avanzar en cambios de este tipo?
—La prueba de la blancura está en el ministerio de Educación. El primer paso debe ser un proyecto de ley relámpago que entregue la tarea de administrar la subvención educacional a un servicio público dentro del ministerio. No requiere más personal, ni recursos, sí reevaluación y designación por parte de la Alta Dirección Pública de los directivos región por región. Se puede rápido. Es una cuestión de voluntad.
—¿Hay “forados” en el Estado que posibilitan irregularidades o hay una falta global de capacidad de administrar bien las platas públicas?
—Hay instituciones del Estado chileno que manejan muy bien los recursos financieros, como Impuestos Internos o el Banco Central, y otros que lo manejan muy mal. ¿Por qué? Porque están colonizados por los partidos que ponen ahí personas que les han sido leales en las campañas y que son necesarias para mantener grupos de apoyo dentro de sus partidos. El error está en permitir que estas personas ocupen puestos de carácter ejecutivo.
—¿Cómo evalúa al contralor?
—Ha sido un gran aporte a la transparencia y la eficiencia. Muestra que el mecanismo de designación de los principales directivos de las instituciones tiene una enorme incidencia en su efectividad.