La Tercera, 21 de octubre de 2018
Opinión
Educación

Segregación escolar

Sylvia Eyzaguirre T..

Si efectivamente la selección, el copago y el lucro son los factores que más explican la segregación escolar, entonces ahora con el nuevo sistema de admisión escolar deberíamos ver cambios importantes.

La segregación escolar ha sido una de las principales preocupaciones de los últimos diez años. Los datos nos muestran que nuestro sistema escolar es uno de los más segregados socioeconómicamente entre los países de la OCDE. Para cambiar esta realidad resulta fundamental encontrar sus causas. Múltiples estudios se han hecho en el último tiempo, intentando averiguar cuáles son los factores que más influyen. Pero la evidencia disponible no era concluyente. Finalmente primó la ideología por sobre la razón. Se impuso la tesis de que la selección que realizaban los colegios junto con el copago y el lucro eran los principales factores en la segregación escolar, a pesar de que los datos mostraban un escenario mucho más complejo y difuso. Esta tesis se materializó con la Ley de Inclusión, que precisamente termina con la selección, el copago y el lucro.

Si efectivamente la selección, el copago y el lucro son los factores que más explican la segregación escolar, entonces ahora con el nuevo sistema de admisión escolar deberíamos ver cambios importantes en la composición social de las escuelas en el nivel de pre-kínder. Sin embargo, no se observan diferencias importantes en la concentración de alumnos prioritarios entre el nivel de pre-kínder y el resto de los niveles de los establecimientos escolares.

Por el contrario, el nuevo sistema centralizado de postulación y admisión nos muestra que el principal factor que incide en la segregación escolar son las diferencias en las preferencias de las familias y no en las barreras de la oferta. Los datos que hoy tenemos gracias al nuevo sistema nos permiten conocer las preferencias reveladas de las familias a la hora de postular. Los resultados que encontramos son desalentadores. Existen enormes diferencias en el tipo de colegio que prefieren las familias en función de su nivel socioeconómico. Los niños que tienen la condición de prioritario, que corresponden al 40 por ciento de los niños más vulnerables, postulan considerablemente más a establecimientos municipales, gratuitos, con menor puntaje SIMCE y mayor índice de vulnerabilidad escolar que los niños que no tienen esta condición, a pesar de que la condición de prioritario los exime de cualquier cobro y tienen prioridad en el proceso de admisión.

 

Uno de los factores que podría incidir en las preferencias de las familias es la distancia entre el hogar y el colegio. Los datos muestran una correlación positiva entre las características que tienen los colegios a los cuales postulan los niños prioritarios y el nivel socioeconómico del barrio en que se ubican. Sin embargo, también se advierte que las preferencias de las familias prioritarias son muy similares entre ciudades grandes y pequeñas. Esto nos lleva a pensar que hay factores anteriores a la distancia que jugarían un papel preponderante en la determinación de las preferencias. Sospechamos que uno de esos factores es la falta de información. Al parecer los niños prioritarios ignoran su condición de prioritario, así como también los beneficios que ello conlleva y cuáles establecimientos presentan mejores indicadores de calidad. Esto es consistente con los hallazgos de Josefa Aguirre, cuyo estudio encuentra que las preferencias de colegios son muy similares entre niños prioritarios y niños que, sin ser prioritarios, tienen una condición socioeconómica muy parecida. Por otra parte, Elacqua y Fábrega encuentran que la información proporcionada por personas cercanas a la familia influye más en las preferencias de colegio de las familias con menores niveles que en las con mayor niveles de educación.

Aún no tenemos certeza de los factores que inciden en la elección de escuela, pero sabemos que existe una enorme asimetría de información. Si queremos avanzar hacia un sistema escolar más integrado y equitativo, entonces podríamos partir por comunicar a los estudiantes prioritarios respecto de su condición, los beneficios que tienen y entregar más y mejor asesoría sobre la calidad de los establecimientos escolares. Esta política promete ser más efectiva, que la gran reforma de educación llevada a cabo recientemente. Ojalá este gobierno se comprometa con esta tarea.