La Segunda, 17 de febrero de 2012
Opinión

Sergio Urzúa, nuevo economista del CEP: Si se suben los impuestos a las empresas, el gobierno debe modernizar el Estado

Sergio Urzúa.

En marzo, Sergio Urzúa asume como nuevo economista jefe del área de políticas sociales del Centro de Estudios Públicos (CEP).

Se apura en aclarar que no llegará a reemplazar a Harald Beyer, quien a fines de año asumió como nuevo ministro de Educación. El aporte de este doctor en Economía de la Universidad de Chicago y profesor de las universidades de Maryland y de Chile más bien estará en potenciar el peso académico del think tank en los temas laborales y sociales, y en la mirada global que le permite su conexión con Estados Unidos.

El ex coordinador laboral -hasta agosto pasado- del ministerio de Hacienda de este gobierno valora su paso por la administración pública, pero recalca que se siente feliz con su actual independencia.

«La ventaja del académico es que puede dar su opinión libremente. Esa libertad también caracteriza al CEP en donde no se me ha puesto restricción. Y en la medida en que cualquier interacción con el gobierno limite mi objetividad, la voy a evitar. Hay mucho espacio para ayudar desde afuera», señala.

-Desde esta mayor independencia, ¿cómo evalúa la idea de avanzar en una reforma tributaria?
-Es una discusión que se da luego de mi salida del gobierno, lo que me da cierta libertad para hablar. Hacer una reforma tributaria para poder pagar una reforma educacional que todavía no está diseñada genera mucho ruido. No está claro el para qué.
Se deben fijar primero los temas en los que se quiere avanzar, cuánto cuesta y cómo se va a financiar, y si es con una reforma tributaria, bienvenida. Pero se ha mezclado todo.

-Es una decisión política.
-Desde un punto de vista técnico, no encuentro la justificación para avanzar en una reforma tributaria. Grecia, por ejemplo, hasta el año ’74 tenía las cuentas fiscales en orden y desde el ’80 en adelante se desordenó completamente y comenzó a tener niveles de gasto público que no estaban de acuerdo con sus ingresos. Hoy tienen un déficit público superior al 120% del Producto. ¿Cuál es la lección? Hay que pensar bien las cosas, si no queremos que nos pase lo que les pasó a los griegos. El diseño del sistema de impuestos es fundamental. Un mal diseño puede, por ejemplo, generar más evasión.

-¿No está de acuerdo con que se suban los impuestos a las empresas?
-Más bien creo que la reforma tributaria debería ir acompañada de una reforma de modernización del Estado. Es una tarea pendiente y si se les va a subir los impuestos a las empresas, el gobierno debería hacer el esfuerzo de modernizar el Estado. Debería ser un paquete completo.

Lucro: «Es un tema que se manejó bastante mal»

-¿Cuál es su opinión de la reforma en educación?
-Hay que avanzar en una reforma educacional no solamente en la enseñanza superior, sino en la media, técnica, escolar y preescolar.
Tenemos problemas en varias dimensiones. Por 30 años hemos comprado la lógica de que si mandamos nuestros hijos a la universidad, tendrán el futuro asegurado, pero eso no es necesariamente cierto. No está asegurado el retorno.
La gratuidad no es razonable en el estado de desarrollo en el cual estamos. El retorno social de cada peso que se va a la educación primaria y secundaria es mucho mayor que el que se va a la universitaria.

-¿Está de acuerdo con el lucro?
-Es un tema que se manejó bastante mal. Hubiese esperado de un gobierno de derecha una posición distinta sobre el lucro donde se privilegiaría la transparencia, eficiencia y mayor competitividad. Había otras formas de hacerlo. Se podría haber aceptado el lucro, pero a cambio de pago de impuestos. A las universidades que lucren se les podría decir: «Usted lucra, me paga impuestos y ofrezca educación de calidad porque, además, les vamos a informar a los postulantes a su universidad de cómo les va a sus egresados en el mercado laboral». Eso generaría que las universidades que lucren entreguen una mejor educación y generen beneficios al país.

-¿En qué otros temas debemos avanzar?
-En una reforma laboral, que incluya mayor flexibilidad y un cambio al sistema de capacitación y el Sence. Tenemos que definir cómo asegurar la efectividad de los subsidios.

-¿Y cree que el gobierno aún no lo tiene claro?
-Hay algunos lineamientos en el tema de la capacitación. Pero también hay una necesidad imperiosa de flexibilizar el mercado laboral.

Salas cunas: «La solución no es trivial»

-¿Cuál es su balance de la ampliación del posnatal?
-Lo del posnatal está por verse. Probablemente va a aumentar la participación laboral femenina, pero será clave el cómo lo va a evaluar el empleador. El argumento es que el empleador tiene más incentivos para contratar una mujer porque habrá menos incertidumbre, pero si aumentan las licencias médicas después de los seis meses y no se genera la fiscalización efectiva, no es tan obvio que tenga un impacto neutro o positivo sobre el empleo.

-En el proyecto de salas cuna en el que usted trabajó, ¿hacia dónde debería apuntar?
-La distorsión que significa la exigencia a las empresas que tengan desde 20 mujeres trabajadoras de tener salas cuna, genera todo tipo de ineficiencias: no contratar a la número 20 o tener el servicio de sala cuna a 20 kilómetros de la empresa. La solución no es trivial y, por ejemplo, tener un sistema en que los empleadores del padre y la madre en conjunto paguen la sala cuna puede tener costos de transacción altos.

-Otro tema en el que el gobierno quiere avanzar es el previsional por los cambios en las expectativas de vida.
-Chile no está preparado para el cambio demográfico que vamos a sufrir y que se va a profundizar en los próximos años. Más allá de las pensiones, el problema de la salud será brutal y debemos prepararnos.
Hay que perfeccionar el APV, alargar el período en el que se puede participar en el mercado laboral, perfeccionar el sistema de isapres y avanzar en los seguros de salud después de la jubilación.

-¿Cómo está la economía en Estados Unidos?
-Mi sensación es que lo peor ya pasó. Existe alguna incertidumbre, pero en Estados Unidos la cosa se ve bastante bien, obviamente sostenido de lo que pasa en Europa. Y para nosotros también. Hay muchos expertos que están aumentando las proyecciones para nuestra economía este año.

Fuga de asesores: «Es súper sano que haya rotación»

-¿Por qué renunció a Hacienda?
-Por razones personales. Lo pasé fantástico y fue una experiencia muy interesante. Tuve suerte de participar de un equipo de primer nivel. Tengo una excelente relación y la mejor opinión del ministro Larraín. Pero sentí que había cumplido un ciclo. Ahora no lo veo como una renuncia, más bien es un retorno a Estados Unidos, donde había congelado mis labores académicas.

-Llama la atención la renuncia masiva de asesores de esta cartera.
-No lo veo así. Es súper sano que haya rotación. Luego de casi dos años, quizás se necesitaba gente con otro perfil, que esté más en terreno y que tenga una mirada distinta.

-¿Volvería a trabajar al sector público?
-No ahora, pero eventualmente en el futuro.

-¿En un segundo gobierno de la Alianza?
-Nunca se sabe. No milito en ningún partido político y no he votado en 10 años porque he estado en Estados Unidos. Para mí son importantes las personas e ideas. Falta saber quién será el candidato de la Alianza. De los candidatos declarados, Andrés Velasco, por ejemplo, me parece interesante.

-¿Trabajaría con Velasco?
-Si me piden contribuir con ideas, lo haría. Fui una de las personas a las que Andrés Velasco y Cristóbal Huneeus les enviaron su libro e hice múltiples comentarios. Me parece lo más razonable del mundo.

-¿Pero formaría parte de su eventual gobierno?
-Siempre estaré dispuesto a colaborar con las autoridades que me lo pidan.