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Salud

Avances y desafíos pendientes

Alejandra Benítez U..

Avances y desafíos pendientes

Si bien hay mucho que celebrar en las medidas anunciadas, se hace evidente una carencia de nuestro sistema en este aspecto: la necesidad de incluir a los medicamentos ambulatorios en la cobertura de los planes de salud de las Isapres.

La política nacional de medicamentos, anunciada por el Presidente Piñera, presenta una serie de medidas que sin duda facilitarán el acceso a fármacos por parte de la población. Solo por mencionar algunas, parecen muy positivas las que apuntan a la accesibilidad. Entre ellas, la exigencia (real y con consecuencias) a las farmacias de contar con un petitorio mínimo de bioequivalentes, la instalación de almacenes farmacéuticos en zonas sin farmacia y la entrega de facilidades de acceso para quienes tienen dependencia severa y adultos mayores.

Adicionalmente, se presentan otras medidas que tienen como objetivo reducir el gasto de bolsillo en salud, mediante una mayor asequibilidad a remedios, ya que éstos son el principal componente de dicho gasto. Por ejemplo, el aumento de los medicamentos incluidos en la Canasta de Medicamentos Esenciales permite ampliar el paquete que se compra para la red estatal a través de Cenabast, entidad que consigue menores precios a través de la compra de grandes volúmenes, lo que permite mejorar el abastecimiento de los establecimientos de la red. Sin embargo, se requiere garantizar el stock, la oportunidad y la eficacia en la entrega de esos fármacos en el sector estatal, de manera que los usuarios no terminen gastando en remedios a los que pueden acceder gratuitamente en la red, en las farmacias comerciales, populares u otros establecimientos (formales o informales). Otro ejemplo es la incorporación de medicamentos ambulatorios en el proyecto de Ley Seguro Clase Media Protegida (SRCM) para usuarios de Fonasa B, C y D, aunque sólo se cubrirán determinadas patologías que se espera vayan aumentando gradualmente.

Si bien hay mucho que celebrar en las medidas anunciadas, se hace evidente una carencia de nuestro sistema en este aspecto: la necesidad de incluir a los medicamentos ambulatorios en la cobertura de los planes de salud de las Isapres y, a la vez, contar con criterios transparentes y objetivos para ese fin. Con ello se logran varios objetivos: (i) mejorar la protección financiera (menor gasto de bolsillo) y con ello la equidad en el acceso, (ii) mayor posibilidad de contener el gasto (aseguradoras pueden negociar volúmenes ciertos a menor precio -como Cenabast-, cubrir sólo los bioequivalentes de menor costo y así modificar comportamientos de prestadores y pacientes, verificar de mejor manera las prescripciones, entre otros), (iii) generar certidumbre a los usuarios y transparencia respecto de los medicamentos (tratamientos) cubiertos (hoy ello depende de si la patología del usuario está o no en GES, Ricarte Soto, o en el SRCM, cuyos mecanismos para determinar qué se cubre y qué no, distan de ser transparentes para la ciudadanía).