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Encuesta CEP

¿Cómo vemos en Chile a los inmigrantes extranjeros?

Mauricio Salgado O..

¿Cómo vemos en Chile a los inmigrantes extranjeros?

Los encuestados tienen una valoración muy negativa de la inmigración reciente al país y vinculan migración con criminalidad. Estos resultados expresan la complejidad del problema, mostrando los puntos de apoyo y las prioridades que debiera tener una política migratoria efectiva y con legitimidad social.

El explosivo incremento de la población migrante de los últimos años es de gran interés público. Según cifras oficiales, en Chile reside un millón y medio de personas extranjeras, prácticamente el doble de la registrada el 2017. Sin embargo, esa cifra no considera a los migrantes irregulares, quienes también han aumentado fuertemente. Para conocer las percepciones y preocupaciones de los chilenos sobre este tema, la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) de septiembre-octubre incluyó una serie de preguntas sobre inmigración. En términos generales, los resultados de la encuesta revelan una comprensión más ponderada de los chilenos sobre la inmigración en el país, algo que contrasta con la estridencia con que el tema se aborda en la discusión política y en las redes sociales.

Una amplia mayoría de los encuestados favorece un acceso igualitario a derechos sociales independiente del estatuto legal del inmigrante. Por ejemplo, tres de cada cuatro encuestados estuvieron de acuerdo con que los inmigrantes regulares tengan acceso a la educación pública y un 52% declaró que todos los inmigrantes (independiente de si están regularizados o no) deben acceder a atenciones de salud en el sistema público. Estos resultados reflejan un acuerdo en el país sobre el carácter universal de la ciudanía, en que el acceso a derechos no está condicionado al origen de las personas.

Además, los resultados muestran una mirada equilibrada de los ciudadanos sobre la interculturalidad y la política migratoria. A pesar de que los encuestados manifiestan un gran orgullo nacional (un 92% de los encuestados se declaró orgulloso de ser chileno), un 46% cree que los inmigrantes contribuyen a la sociedad chilena con nuevas ideas y cultura. Además, invitados a ubicarse en una escala de 0 a 10, en que el 0 es “los inmigrantes deben mantener sus propias costumbres y tradiciones y no adoptar las chilenas” y el 10 es “los inmigrantes deben abandonar sus costumbres y tradiciones y adoptar las chilenas”, un 55% se posicionó en una posición intermedia. Es decir, la mayoría de los encuestados ejercita una actitud de “simpatía intercultural”: muestran una alta identificación con lo nacional y, al mismo tiempo, valoran la diversidad aportada por otras culturas.

En otra pregunta con una escala similar de respuestas, respecto de las políticas migratorias que Chile debe tener, en que 1 era “prohibir toda inmigración” y 10 era “permitir libremente toda inmigración”, un 40% de los encuestados se ubicó en una posición intermedia, un aumento de 10 puntos respecto del sondeo CEP de abril-mayo del 2022. Y aunque los encuestados que se posicionaron más cerca de prohibir toda inmigración llegaron a un 42%, esta cifra es 20 puntos menor a la registrada en la encuesta CEP de abril-mayo del 2022. Esta tendencia es contraria a la que uno esperaría si solo se quedara con la discusión política y en redes sociales.

Sin embargo, también la encuesta registra los temores de la ciudadanía respecto de la inmigración. En línea con que la delincuencia lidera la lista de preocupaciones de las personas, un 70% de los encuestados afirmó que los inmigrantes elevan los índices de criminalidad del país, un aumento de 30 puntos respecto de la encuesta CEP de abril-mayo del 2017. Además, un 74% de los encuestados declaró tener una mala imagen de los inmigrantes que llegaron en los últimos cinco años. De hecho, un 51% de los encuestados opinaron que menos de la mitad o casi ninguno de los inmigrantes que han llegado al país en los últimos cinco años respeta las leyes.

Los resultados de la última encuesta CEP reflejan así una mirada equilibrada de los ciudadanos respecto de la inmigración, con una mayoría ejercitando los valores de una ciudadanía universal, mostrando una actitud de simpatía intercultural y prefiriendo cierta flexibilidad en la política migratoria. Pero a la vez la encuesta muestra que los encuestados tienen una valoración muy negativa de la inmigración reciente al país y vinculan migración con criminalidad. Estos resultados expresan la complejidad del problema, mostrando los puntos de apoyo y las prioridades que debiera tener una política migratoria efectiva y con legitimidad social.