En medio de la confusión reinante, la Asociación Chilena de Municipalidades anunció la celebración de una consulta no vinculante en diciembre próximo. ¿Sobre qué?
Sobre la cuestión constitucional, nada menos.
La Constitución establece la posibilidad de que las municipalidades convoquen a plebiscitos y consultas no vinculantes sobre “las materias de competencia municipal”. La Ley de Municipalidades las especifica: “Administración local relativas a inversiones específicas de desarrollo comunal, a la aprobación o modificación del plan comunal de desarrollo, a la modificación del plan regulador o a otras de interés para la comunidad local, siempre que sean propias de la esfera de competencia municipal”.
Si hay algo que está en las antípodas de lo local es la Constitución. Nada es más nacional que esta última. El hecho de que sean todas o casi todas las municipalidades de Chile las que convocan a la consulta no altera lo anterior. Tampoco el hecho de que se mezclen preguntas constitucionales con otras de competencia local: las municipalidades no son competentes para consultar a vecinas y vecinos por el cambio constitucional.
Deben estar actuando de buena fe, por supuesto, tratando de encauzar el conflicto. Pero será una ilusión, pues es un cauce al margen del Derecho que probablemente llevará a nada. O, más bien, a mayor confusión y frustración con las instituciones.
A más ruido. Y más furia.
