El Mercurio, domingo 11 de marzo de 2007.
Opinión

EFE: más escandaloso que las becas

Leonidas Montes L..

La polémica desatada por las Becas Presidente de la República es un paso importante en términos de transparencia y gestión. Pero este caso palidece frente a lo que sucede con la administración de nuestras empresas públicas.

Durante 2006, los ingresos de Ferrocarriles del Estado (EFE) ascienden a $25.356 millones y sus pérdidas a los $38.326 millones. Sí, leyó bien. En otras palabras, las pérdidas son un 51% mayores que sus ingresos. Esta proporción puede aumentar porque $3.000 millones de los ingresos ‘simplemente no están’. Con las pérdidas acumuladas por EFE sólo en los últimos seis años, que exceden los $100.000 millones, se financiarían todas las becas repartidas durante el gobierno de la Concertación.

El problema no está en las pérdidas, sino que en la transparencia y gestión de algunas de nuestras empresas públicas. ¿Alguien sabe cómo se ha gestionado el reciente plan de inversiones de EFE, que asciende a US$ 1.000 millones? ¿Qué ha sucedido con los trenes dados de baja en España comprados sin licitación? Entonces, ¿quién es responsable de las empresas de todos los chilenos?

El Sistema de Empresas Públicas (SEP) —que agrupa a unas 25 compañías— depende del Ministerio de Economía. El SEP es el holding de algunas de las empresas de todos los chilenos, abarcando rubros tan diversos como la Polla, Zofri y Esval. En el SEP se toman importantes decisiones de administración y gestión de empresas de todos los chilenos. Propongo un simple ejercicio: analizar este holding como si fuera privado.

Este holding es presidido por el médico Patricio Rojas, ex ministro de Defensa de Aylwin. Usted probablemente nombraría a un experto en cirugía empresarial para ese cargo, no a un cirujano médico. Existen, además, siete consejeros, todos miembros —utilizando la frase acuñada por Patricio Navia— de la ‘gran familia de la Concertación’. En enero, el SEP nombró a Vicente Domínguez como nuevo presidente de EFE. Es DC, al igual que sus predecesores en EFE, Guillermo Díaz y Luis Ajenjo. Imagino que este abogado tendrá méritos profesionales, pero el ciudadano informado constata que su cargo anterior fue en Enacar, otra estatal que aumentó sus pérdidas de $11.675 millones, en 2005, a $22.355 millones en 2006. Para una compañía con los problemas de EFE, usted no nombraría a alguien que duplicó las pérdidas de la empresa que manejaba, sino que a alguien que las revirtió.

Es urgente un debate serio acerca del futuro no sólo de EFE, sino que de otras empresas del Estado para que la meritocracia —y no la pitutocracia— determine los cargos. Recientemente, el doctor Rojas ha propuesto que este organismo —y no el Consejo de Alta Dirección Pública— designe directores independientes. ¿Y quién elige al presidente del SEP y a sus miembros?