La Segunda, 6 de agosto de 2013
Opinión

El golpe blanco: la DC y Allende

Leonidas Montes L..

En Chile valoramos poco nuestra historia. Las sensibilidades y la política contingente en muchos casos parecen nublar nuestra verdadera realidad histórica. Generalmente son historiadores extranjeros los que ponen una cuota de objetividad. Respecto del gobierno de Allende y del golpe militar, hemos sido más proclives a estudios sesgados y subjetivos, que a la realidad histórica misma. Afortunadamente, esto está cambiando en Chile. En la academia están surgiendo jóvenes historiadores con espíritu crítico y riguroso que, alejados de la contingencia y las creencias personales, realizan investigaciones académicas serias e interesantes. Un ejemplo reciente es un artículo publicado en la penúltima Revista de Estudios Públicos acerca del contexto de la ascensión al poder de Salvador Allende y el rol de la DC. Los documentos desclasificados por los Estados Unidos a partir de 1999 han traído muchas sorpresas a nivel mundial. Y también local.

El golpe ha sido ampliamente estudiado. En cambio, lo que realmente sucedió entre el 4 de septiembre de 1970, cuando se elige por estrecho margen a Allende, y la sesión del Congreso pleno del 24 de octubre que debía elegirlo como Presidente para el período 1970-76, es un capítulo todavía abierto de nuestra historia. Conocidas son algunas acciones destinadas a impedir el acceso de Allende al poder. Pero tradicionalmente el énfasis ha estado en el rol de la CIA, Nixon o Kissinger, y no en el rol o las intenciones del Presidente Frei Montalva y algunos miembros de la DC para que Allende no llegara a la Presidencia. En este período se trama el llamado “golpe blanco”.

En medio de la Guerra Fría, el embajador de EE.UU., Edward Korry, naturalmente compartía la actitud antiallendista de un importante sector de la DC. Lo interesante es que Korry fue el principal interlocutor de Frei Montalva y sus ministros en estas tensas e intensas siete semanas antes de que Allende fuera confirmado por el Congreso. Y este testimonio está disponible.

La escisión que dio origen al MAPU reflejaba la división interna de la DC frente a un eventual futuro gobierno de orientación marxista. Pero esta división era más profunda. El rol de Tomic como articulador de la Unidad Popular es conocido. Para Frei Montalva, en cambio, el horizonte político que prometía Allende era inquietante. Dudaba del compromiso del PS y PC con la institucionalidad democrática. No olvidemos que en, el ardor de los 60, el Congreso Socialista de 1967 ya había aprobado la vía armada como posible método de acción política. Frei le advertía a Tomic que la ascensión de Allende sería “una catástrofe histórica sin retorno”. Según Korry, antes de las elecciones, el Presidente Frei Montalva “estaba profundamente pesimista y perturbado”. Temía “la imposición de un Estado marxista-leninista” que inexorablemente conduciría a la destrucción de la institucionalidad.

Ante la renuncia de Jorge Alessandri, surgió la idea o posibilidad de generar una crisis institucional. Pero Tomic, Leighton y otros DC se opusieron y apoyaron a Allende. En cambio, Carlos Figueroa y Andrés Zaldívar formaban parte de un grupo de ministros de Frei Montalva —compuesto también por Raúl Troncoso, Sergio Ossa y Patricio Rojas— que pensaban que algo debía hacerse para evitar que Allende fuera elegido por el Congreso. Este “grupo informal de trabajo” habría estado dispuesto a renunciar durante la cuenta económica de Zaldívar ante el Congreso, y gatillar así una crisis que impediría la confirmación de Allende como Presidente. Se llegó a especular acerca de una renuncia masiva del gabinete. Pero esta “fórmula parlamentaria” no se concretó. Algunos próceres de la DC se quejaban ante el embajador Korry de la reticencia y falta de liderazgo de Frei Montalva para actuar decididamente. Intentaron convencer, sin éxito, a Leighton. Pero Tomic venció a Frei Montalva dentro del partido. Finalmente, Allende le dio garantías a la DC. Así, el 24 de octubre Allende fue elegido con los votos de los partidos de la UP y la DC.

La controvertida figura de Allende ha alcanzado ribetes románticos. Y su gobierno se ha idealizado, escondiendo una realidad más compleja. Olvidar el pasado es el peor enemigo del futuro. Pero ignorarlo por conveniencia puede ser peor. Por eso, es importante develar lo que realmente sucedió en este período de nuestra historia.