El Líbero, 25 de junio de 2018
Opinión

“El Presidente ha tomado una necesaria distancia republicana”

Leonidas Montes L..

Respecto del contexto general del país sostiene: “Chile es un país cada vez más liberal, y las demandas feministas son otra expresión de ese fenómeno”.

Por Mariela Herrera Muzio

«Se comienzan a avizorar inspiraciones e ideas que le hacen sentido a la ciudadanía». Así define el director del Centro de Estudios Públicos (CEP), Leonidas Montes, cómo el gobierno ha liderado los primeros tres meses de su administración.

A comienzos de año, el académico asumió la dirección del think tank y hoy, en conversación con «El Líbero», desmenuza los 100 días de la administración del Presidente Piñera y el desempeño de la oposición que «lucha por encontrar su rumbo». Valora la política de los acuerdos impulsada por La Moneda y analiza el rol de la ex Presidenta Bachelet en la ex Nueva Mayoría.

-Esta semana se cumplieron 100 días del gobierno del Presidente Sebastián Piñera. ¿Cuál es el balance que realiza sobre este comienzo? ¿Se puede ver ya el relato o el sello que se le quiere imprimir a esta segunda administración del Mandatario?

-Sin lugar a dudas ha sido una luna de miel con un balance positivo. Y más que un relato, pienso que se comienzan a avizorar inspiraciones e ideas que le hacen sentido a la ciudadanía. El Presidente ha tomado una necesaria distancia republicana, los ministros transmiten entusiasmo y la economía repunta.

-Desde que asumió, el Mandatario optó por acuerdos nacionales transversales en diferentes áreas (infancia, salud, seguridad, desarrollo integral, Araucanía). ¿Cree que es un buen camino para el desarrollo de políticas públicas?

-Desde el Transantiago y las demandas del movimiento estudiantil, Chile ha ido perdiendo esa aura de sensatez y rigurosidad en sus políticas públicas. Las áreas elegidas como pilares de los acuerdos nacionales son las adecuadas para los desafíos del país. Por ejemplo, frente a la tragedia del Sename, la idea de que debemos poner a los niños primeros en la fila caló hondo y desplazó, correctamente a mi juicio, la demanda de educación universitaria gratuita universal. Esta nueva prioridad es un hecho moral de sentido común. Sin embargo, falta el tema de mejorar el Estado y acercarlo a la ciudadanía lo que es fundamental para recuperar la confianza en nuestras instituciones y nuestra democracia.

«A ratos, la actuación de la justicia deja mucho que desear»

-La agenda legislativa del gobierno ha estado marcada por temas de seguridad, migración, y financiamiento de la Educación Superior, ¿le parece que estas prioridades van de acuerdo a las políticas que se debieran impulsar?

-En migración se ha hecho algo notable. En seguridad, el necesario cambio en Carabineros con un nuevo liderazgo generó esperanzas y un nuevo impulso. Recordando algunos casos recientes como Uber y el crimen por el robo de un celular, pienso que también ha ayudado el énfasis que ha puesto el Presidente en nuestro estado de derecho. Y como política pública, la propuesta de eliminar el CAE avanzando hacia un crédito contingente al ingreso me parece sensata y ejemplar. Eso sí, como dije antes, falta avanzar en las necesarias mejoras del Estado para las cuales ya estamos trabajando con miras a hacer una serie de propuestas acordadas por un grupo integrado por expertos de Chile 21, Libertad y Desarrollo, Espacio Público y el CEP.

-El crecimiento económico es otro de los ejes de este gobierno. De hecho, fue clave en la campaña. ¿Ve políticas públicas claras en este tema? ¿Considera que la gente está ya experimentando cambios en su vida diaria?

-Las encuestas muestran mayor optimismo y la realidad en términos de inversión y «animal spirits» transpira buenas vibras, pero no debemos olvidar que este gobierno enfrenta un serio desafío fiscal.

-En el caso de la seguridad, se ha dado un debate sobre las detenciones masivas en las que ha participado el Ejecutivo. Esto generó cruces de opiniones con los tribunales que dijeron estar sobrepasados de trabajo. ¿Es esa una buena manera de enfrentar el problema de la seguridad ciudadana? ¿O lo ve más como señales para la opinión política?

-El tema seguridad hace ya tiempo preocupa a los chilenos y me parece importante que se impulse y genere mayor coordinación entre la policía y la justicia. A ratos la actuación de la justicia deja mucho que desear y en este ámbito también son muy necesarias ciertas mejoras institucionales. En este ámbito, hay que celebrar también el nuevo impulso para modernizar nuestro obsoleto sistema de notarías.

-En Educación, por otra parte, el Presidente señaló «la gratuidad llegó para quedarse». ¿Es ese el camino para un tema que cruzó todo el gobierno de Bachelet?

-Es un tema del gobierno de Bachelet que se aterriza con la gratuidad para quienes la necesitan y un crédito contingente al ingreso podemos avanzar en términos de justicia social. Y a propósito de justicia social, no debemos olvidar el nuevo foco que se ha puesto en la educación técnico profesional.

«La oposición lucha por encontrar un rumbo»

-En estos meses, «la calle» ha estado marcada por las movilizaciones y tomas feministas. ¿Cómo se entiende este fenómeno? ¿Y cómo evalúa que La Moneda tomó el tema con la Agenda Mujer?

-Chile es un país cada vez más liberal, y las demandas feministas son otra expresión de ese fenómeno. La Agenda Mujer fue oportuna y necesaria para el Chile del siglo XXI, pero la verdad es que algunas de las demandas de los universitarios rayan en la estupidez. En todo caso me parece que lo que hizo el rector Sánchez, al llegar a un rápido acuerdo, fue ejemplar, no así lo que está viviendo la Universidad de Chile donde basta recordar lo que está pasando en Derecho. No me puedo imaginar a las mejores universidades del mundo perdiendo tantas clases con tantos costos para los estudiantes, sus familias y el país.

-En la oposición, la ex Nueva Mayoría aún no se recompone tras la derrota que sufrió el año pasado. ¿Cree que el camino debiera ser «estilo Concertación» o ir a una coalición más amplia? En este contexto, ¿cómo ve a la DC que, de cierta forma, está algo acorralada por el sector más de izquierda que busca acuerdos con el Frente Amplio?

-La oposición, después de un diagnóstico errado de nuestra realidad y un resultado electoral que habló más que mil palabras, ahora lucha por encontrar un rumbo, pero personalmente pienso que la estrategia de los acuerdos que ha promovido el gobierno es la que Chile necesita. Por eso lo que sucedió con el ministro de Salud es otro reflejo de la desconexión parlamentaria. En vez de dejar al Ministro trabajar en los grandes problemas de la salud pública que afligen a tanta gente, lo obligan a defenderse. Y por si fuera poco, los ciudadanos somos testigos de los dimes y diretes contra los abogados de la DC que lo defienden. Creo que la ciudadanía está aburrida de los políticos y parlamentarios que solo piensan en la próxima elección y se echan de menos los que piensan en la próxima generación.

-¿Cuánto puede incidir en la oposición que la ex Presidenta Bachelet esté tan presente? ¿Cree que podrán surgir nuevos liderazgos bajo esa «sombra»?

-Quizá es una sombra con un follaje no muy frondoso como para ser tan determinante. La oposición necesita nuevos liderazgos y la verdad es que están surgiendo. Aunque el problema del Frente Amplio es que es demasiado amplio, basta ver figuras como la de Gabriel Boric y Jorge Sharp que comienzan a dar señales de pragmatismo y madurez política. En cambio los que siguen visitando y defendiendo a Venezuela, no sé en qué mundo viven.

-El viernes la ex Mandataria envió una carta al PS donde los llama a «construir nuevas alternativas». ¿Eso lo ve como el fin definitivo de una centroizquierda y el paso a una izquierda más ligada al Frente Amplio?

-No sé si esa era la intención, pero no creo que sea una sombra atractiva para estas nuevas y frescas figuras de nuestra política local.