El Mercurio, 6 de septiembre de 2015
Opinión

Ex presidentes del Banco Central rayan la cancha en materia económica

Vittorio Corbo.

Apoyan la conducción monetaria del Banco Central, pese a la alta inflación que en doce meses se ubica en 4,6%. Piden destrabar lomos de toro para incentivar la inversión; moderar las reformas y acelerar medidas que impulsen la productividad. Prevén un escenario externo peor que este año, marcado por un bajo precio del cobre.

por Silvana Celedón Porzio

«No habrá viento de cola. En la parte monetaria no hay más estímulo; en lo fiscal, hay que reconstituir la solvencia. ¿Cómo echamos a andar el auto? Sacando lomos de toro»

Vittorio Corbo fue presidente del Banco Central entre 2003 y 2007:
«El crecimiento 2015-2017 será tremendamente mediocre, en torno al 2% o un poco más del 2%. Para que sea más del 2% el próximo año, hay que trabajar duro». Ese fue el panorama que avizoró este martes Vittorio Corbo, ex presidente del Banco Central, en un seminario de Santander Asset Management.
Un día después, en entrevista con «El Mercurio», profundizó en las medidas que a su juicio deben tomarse para que la actividad repunte cuando «ya no hay viento de cola».

-¿Cuál es su análisis de la combinación de elementos presentes hoy en el cuadro económico: bajo crecimiento de la actividad, alta inflación y un escenario externo deteriorado?
«No hay duda de que la combinación que se ha dado es difícil. Y lo más preocupante es que nuestro principal socio comercial, China, está experimentando una desaceleración más allá de lo proyectado. El primer y segundo semestre de este año, China aún crecía a tasas anuales en torno al 7%, pero ahora está creciendo mucho menos».
«China es tan grande, que genera muchos efectos. De hecho, el presidente del Banco Central Europeo advirtió que la recuperación europea ha sido más tenue por esa razón y que están analizando las implicancias de la desaceleración de China».
«Ese es el cuadro, y si uno mira el bajo crecimiento de la actividad, la alta inflación y un escenario externo deteriorado, uno se pregunta ¿de dónde viene el impulso hacia adelante?».

-¿Usted recuerda un cuadro similar en el pasado?
«Algo parecido -desaceleración, inflación alta y shock externo- tuvimos hacia 2008, cuando nos pegó Lehmann. Lo que nos ayudó a salir de esa situación fue la credibilidad del Banco Central chileno, pero también el colchón fiscal que permitió al gobierno implementar políticas contracíclicas. Sin embargo, hoy tanto Chile como América Latina recibimos el deterioro del escenario externo un poco más descuidados. Usamos muchas balas en 2008 y 2009 para zafarnos del golpe de Lehman Brothers, pero no repusimos las balas; entonces llegó el león, y como no estamos preparados, hay que tirarle piedras».
«La política fiscal tiene menos espacio para actuar, ya que a la luz de los hechos hay que gastar de acuerdo con el precio del cobre de largo plazo y ser más prudentes. El gasto público debería crecer máximo 5% en 2016».
«En la parte monetaria, gran parte del espacio de política expansiva ya se ha utilizado; la tasa está en 3% con una inflación muy por encima de la meta, y eso ha hecho que la gran preocupación del Banco Central sea que la inflación no se escape».

-¿Ha sido una buena decisión mantener la tasa en 3% por tanto tiempo, pese a la alta inflación?
«El Banco Central, en forma correcta a mi juicio, ha permitido que se deprecie nuestra moneda, a diferencia de Perú, que ha cometido el error de evitar que la moneda se le deprecie. Está bien que el Banco Central no haya intervenido el mercado cambiario, pero el costo de eso es que hemos tenido una inflación más alta».

-¿Pero el mandato del Banco Central es controlar la inflación?
«Hay riesgos, pero la mayor inflación debería ser en forma transitoria. Además, el Banco Central tiene un mandato muy claro y que lo ha ejercido muy bien. Aquí estamos horrorizados porque la inflación está sobre 4%, pero el Banco Central nos ha recordado en el IPoM que hará todo lo necesario para que la inflación regrese a la meta».
«La depreciación fue mayor a la esperada y eso generó que la inflación subiera más de lo previsto. No estaba en los libros de nadie que China se iba a desacelerar tan fuerte y que eso llevaría al cobre a besar los US$ 2 la libra. ¡Eso era impensado hace seis meses!».
«El Banco Central trata de hacer las mejores estimaciones. Algunos lo han criticado, pero ante una economía que prácticamente no está creciendo y cuya expansión es mucho menor a su PIB potencial, cualquiera pensaba que la inflación iba a regresar a la meta. Lo que no estaba considerado es que el dólar iba a llegar a $700».

-A nivel externo no podemos hacer mucho, ¿pero hay rango de acción en lo interno?
«El cuadro externo, incluso, se va a deteriorar más. En Estados Unidos, el desempleo se ha reducido significativamente, y antes de que se empiecen a emborrachar los invitados a la fiesta, la Reserva Federal va a elevar la tasa de interés. Quizás esto no ocurra en septiembre, por el deterioro en las condiciones internacionales, pero en un par de meses más comenzará a retirar liquidez, y eso va a fortalecer aún más el dólar. En la práctica, cuando suben las tasas y se deprecia el peso, las empresas que accedieron a financiamiento muy barato en los últimos años tienen ahora que asumir más costos».
«Por lo tanto, no habrá viento de cola desde el escenario externo; en la parte monetaria no hay más estímulo; en lo fiscal hay que reconstituir la solvencia, y ¿cómo echamos a andar el auto? Sacando lomos de toro. Hay certeza de que la reforma tributaria creó un ambiente menos favorable para la inversión y su aplicación, más incertidumbre. Hay que hacer una reforma a la reforma y creo que se deben estudiar todas las alternativas. Ojalá se volviese a un sistema integrado y tapemos los hoyos para evitar abusos. Ahí hay mucho que hacer».

-Pero, ¿estaría a favor de un sistema integrado elevando la tasa de primera categoría? Algunos empresarios lo han evaluado….
«Yo preferiría que se tapen hoyos, pero una alternativa es subir un poco más la Primera Categoría y que se acerque a los impuestos de las personas. Ahí se requiere de ingeniería fina».
«En lo laboral también hay que tener mucho cuidado, porque nuestro país está recibiendo un shock externo muy grande, y eso requiere tener la capacidad para que las empresas se ajusten. De hecho, la inversión ha sufrido por el cuadro externo, pero también porque hay mucha incertidumbre, y eso no ha mejorado. Hay mucha preocupación de los empresarios respecto a los efectos de la reforma laboral y, por ende, estos son precisamente los momentos en que hay que potenciar los instrumentos de adaptabilidad. La OCDE ha hecho esta recomendación en inglés, francés, ¡hasta en chino! Solo con adaptabilidad las empresas pueden ajustarse. Si a las empresas les metimos susto con una reforma que generará huelgas más largas, lo que harán es privilegiar más máquinas y la demanda por empleo será menor. Los que más van a sufrir son los jóvenes y las mujeres. Tenemos que generar un ambiente interno más favorable y no ponernos más trabas. Hoy estamos celebrando que España ha sido capaz de recuperarse, y eso, porque en el margen han ido introduciendo más flexibilidad».

-¿Por qué cree que hasta ahora el desempleo no se ha disparado en el país?
«Hay varias razones. Hubo una expansión muy grande del empleo público, y eso duró hasta hace tres meses. Hoy se está expandiendo el empleo privado en construcción, por el impacto de la reforma tributaria, pero eso se va a acabar. En 2016, el desempleo va a subir y subirá más aún si se establecen más lomos de toro».

-Usted planteaba al inicio de esta entrevista ¿de dónde viene el impulso hacia adelante? ¿Cuál es su respuesta?
«Hay que prepararse mucho y ver dónde están las oportunidades para crecer sin el viento de cola de China. Clave es elevar la productividad, y por eso celebro que se haya creado una comisión, espero que avance y encuentre oportunidades. La productividad aumenta cuando mejoran el capital humano y los niveles de competencia, cuando se innova y cuando hay un marco de políticas e instituciones que crean las condiciones para que los empresarios tomen riesgos».
«También hay que tranquilizarse con las reformas y evaluar muy bien cuál es el impacto de cada reforma en el crecimiento del país y el empleo. Tenemos que retomar esa práctica, porque si no hacemos eso, vamos a frustrar a mucha gente. El principal reto que hoy tiene Chile es cómo retomamos el crecimiento».

-¿Podría seguir deteriorándose la confianza si no se genera este vuelco?
«Podría, pero también por el escenario externo. Por eso hay que trabajar mucho. El ministro Valdés en forma correcta está introduciendo racionalidad para mantener la solvencia fiscal. El gasto público no puede seguir creciendo al 10%».

-¿Qué espera para el Presupuesto 2016?
«El ministro de Hacienda estuvo correcto en poner el énfasis en lo fiscal apenas llegó a Hacienda, y eso debiese reforzarse en el proyecto que ingresará a fines de este mes al Congreso. Hoy se requiere ser mucho más prudentes en lo fiscal».