Cree que si se ponen trabas a establecimientos con fines de lucro, no se van a eliminar los colegios deficientes, pero sí se lesionará a muchos que lo están haciendo bien. Además, afirma que eliminar la selección por mérito es una señal muy negativa y confusa para los niños que se esfuerzan.
por Pamela Aravena B.
Está descontento y se le nota. El consejero del CEP, Harald Beyer, quien participó en el Consejo Asesor Presidencial de Educación, cree que el duro trabajo realizado por casi 80 personas no tuvo un final feliz. Es más, considera insatisfactorio y un «gustito ideológico» el proyecto de ley enviado esta semana por el Gobierno para reformar la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza.
-Uno de los temas que han causado más polémica es el fin al lucro. Según la propia Presidenta, esto obligará a que los sostenedores de colegios subvencionados inviertan los recursos públicos en mejorar la educación y no en su beneficio personal.
-Es que el peso debería estar en las exigencias a los sostenedores para que entreguen educación de calidad y no en los requisitos respecto de qué hacen con el dinero. Si se ponen trabas a establecimientos con fines de lucro, no vamos a eliminar a los colegios deficientes, pero sí vamos a lesionar a muchos que lo están haciendo bien.
-¿Pero cuáles serían las consecuencias concretas del fin del lucro?
-Aparte del fin al lucro, el proyecto incluye una serie de otras medidas. Por ejemplo, pretende obligar a los sostenedores, muchos de los cuales son personas naturales, a convertirse en una institución jurídica. Además, se les exigen requisitos académicos que no pueden cumplir: que tengan ocho semestres cumplidos en una universidad o instituto profesional. Esto, unido al fin al lucro, podría obligar a cerrar muchos colegios y desincentivar el aumento de la cobertura educativa.
-¿Por qué el fin del lucro además afectaría la libertad de enseñanza?
-Porque viola una jurisprudencia constitucional. En Chile existen colegios con fines de lucro desde hace décadas. Y, en estricto rigor, de ser aprobada, es muy probable que sea botada por el Tribunal Constitucional.
Selección no es discriminación
-Otra de las medidas es la prohibición de seleccionar alumnos hasta 8° básico. La ministra Provoste aseguró que esto permitirá asegurar la equidad y la no discriminación. ¿Está de acuerdo?
-No. Hoy la legislación es bastante categórica en impedir la discriminación por razones sociales, económicas, etc. El problema es que se confunde la selección con la discriminación. La selección por razones académicas no implica discriminación.
-¿Por qué?
-Porque, en principio, los niños que vienen de escuelas básicas compiten en igualdad de condiciones para ingresar a los liceos que inician su educación en 7° básico. Y la selección favorece a quienes se han esforzado permanentemente.
-¿O sea, usted hubiera apoyado impedir la selección sólo hasta 6° básico?
-Es que la selección, incluso, se puede hacer antes. En Alemania se seleccionan en 4° básico. El problema es que este proyecto está diciendo que la selección por mérito no es adecuada, y eso es enviar una señal muy negativa y confusa a los niños que se esfuerzan.
-Pero se critica que muchos liceos de excelencia exhiben buenos rendimientos académicos, simplemente porque eligen a priori a los mejores.
-Entrar a los liceos de excelencia es una experiencia educativa valiosa en sí misma. Colegios como el Liceo 7, el Instituto Nacional o el Carmela Carvajal dan valor agregado a los alumnos que entran, por lo tanto, no están en un lugar de excelencia sólo por la selección. Los liceos de excelencia generan movilidad social y oportunidades. Son experiencias valiosas que no hay que desincentivar.
-¿De aprobarse este punto, podría llevar a los liceos a entregar sólo enseñanza media?
-Puede ser uno de sus efectos. Porque los colegios, de aprobarse esta ley marco, tampoco podrán cancelar las matrículas por bajo rendimiento escolar o cuando los alumnos repitan de curso. Entonces, puede ser probable que muchos decidan empezar en primero medio. Pero hay un punto importante: los liceos usan 7° y 8° básico para nivelar a sus alumnos. Con los cambios, esta nivelación se retrasará en dos años.
Y agrega:
-Pero hay otro punto importante respecto de la selección de los alumnos. La libertad de enseñanza no sólo tiene que ver con la posibilidad de la gente de abrir establecimientos educacionales o de los padres de elegir el colegio para sus hijos. También tiene que ver con la posibilidad de que en los establecimientos se puedan reproducir convicciones o una comunidad de valores.
-¿Se refiere a la selección religiosa, por ejemplo?
-Ese es un tipo. Cuando los colegios seleccionan a sus alumnos por estas razones, lo que están haciendo es cautelar una determinada comunidad de valores que las familias desean preservar. Pueden ser valores religiosos o simplemente convicciones. Y eso tampoco es discriminación. Otros desaciertos
-¿Qué otras ideas de la reforma a la LOCE, que aún no han sido discutidas públicamente, le parecen complicadas?
-Sólo los colegios que tienen reconocimiento oficial pueden otorgar licencias de educación media. Y estas licencias son requisito para que los alumnos postulen a la universidad. Para otorgar este reconocimiento oficial, el proyecto exige ahora formar consejos escolares.
-¿Qué son los consejos escolares?
-Allí se reúne la comunidad escolar, con derecho a voz. Pero la experiencia nos dice que los profesores se tienden a tomar los consejos escolares -que hoy son obligatorios en los colegios que reciben subvención- e intentan co-gestionar los establecimientos imponiendo fines personales que no necesariamente tienen que ver con la calidad. Eso afecta a los colegios efectivos, donde el liderazgo del director es muy importante. Por otro lado, me preocupa que el proyecto no hable tan claramente de la necesaria autonomía de los colegios.
-Por el contrario, ¿cuáles cree que son los grandes aciertos del proyecto de ley?
-La idea de la transparencia que está en varios acápites. Transparencia en los resultados académicos de los hijos, y financieros de los establecimientos.
-¿Cree que la reforma a la LOCE tiene posibilidades de ser aprobada?
-Es muy difícil que se apruebe. Como conclusión, hay que recordar que Chile participa en pruebas internacionales desde 1971 y en estos casi 40 años no hemos mejorado nada en estándares de calidad. Tenemos una tarea urgente en educación. Chile no puede darse un gustito ideológico en materia de educación con esta ley marco.
SUPERINTENDENCIA EDUCATIVA: «Soy partidario de una agencia autónoma»
-Se habla de la creación de una Superintendencia de Educación. ¿Es el camino correcto hacia la exigencia de calidad?
-Se supone, porque no está explícito, que existirá una Superintendencia dependiente del Ministerio de Educación. Pero ése no es un buen modelo. Es débil, dada la propia debilidad institucional del Ministerio de Educación, y muy dependiente del poder político, lo que no da las suficientes garantías de que va a exigir el mismo rendimiento tanto a los establecimientos subvencionados como a los privados.
-¿Qué entidad debería custodiar la calidad entonces?
-Yo soy partidario de una agencia autónoma con un consejo independiente, que defina adecuadamente los estándares de calidad, que promueva la descentralización, la autonomía de los establecimientos y un control de sus resultados académicos. Esta fue una de las pocas cosas consensuadas en el Consejo Asesor. Si los establecimientos no cumplían, se les daba un plazo. Si volvían a no cumplir, se les impedía acceder a la subvención. Ese es un mecanismo más sensato de control del Estado, que ocuparse de si el establecimiento tiene fines de lucro o si el sostenedor tiene licencia universitaria. Si uno exige altos estándares de calidad a todos los colegios, entonces a lo mejor los colegios con fines de lucro se van a ir acabando igual.