La Segunda, 5 de marzo de 2013
Opinión

Impuestos externos

Leonidas Montes L..

Nuestro Servicio de Impuestos Internos (SII) es una institución que merece respeto y que además ha ganado prestigio internacional. Durante la dictadura, su labor fue digna de destacarse. Y durante la Concertación, bajo el liderazgo de Javier Etcheverry, esta institución se modernizó. Hoy es un ejemplo que muchos países miran con envidia. Por eso es lamentable toda la faramalla que se ha montado en torno a la figura del director del SII. No sólo lo afecta a él, sino que también a la institución que dirige.

Fue tema político del verano. Inicialmente, ante la condonación realizada a las empresas Johnson’s, Julio Pereira fue acusado de conflicto de interés y de haber favorecido al comprador de dicha empresa, Cencosud. La decisión no fue de Pereira, sino de la Dirección de Grandes Contribuyentes del SII, como corresponde. Y en relación al supuesto perjuicio para el Estado, fue justo lo contrario. Esta operación generó un beneficio público: se eliminaron millonarias pérdidas tributarias que podrían haber sido utilizadas después. Claramente, malas noticias para el comprador. Pero como la política es política, el asunto escaló y tuvo resonancia mediática. En todo este ambiente de acusaciones, ataques y defensas, se creó una Comisión Investigadora en la Cámara de Diputados.

Meses después, un medio publicó que la familia de Julio Pereira mantenía un contrato de arriendo con Cencosud por unos $20 millones. Esta majadería avalaría la tesis del conflicto de interés. Aunque en Chile somos los campeones de la desconfianza, resulta notable que algunos infieran conflicto de interés a partir de un contrato de arriendo a largo plazo, firmado el año 2001. Más bien existía el interés de azuzar el conflicto político.

El diputado Fuad Chahín (DC) ha sido el promotor de esta cruzada política. Y Carlos Insunza (PC), presidente de una Asociación de Funcionarios del SII, ha sido el más entusiasta activista en esta causa (no olvidemos que perdió un juicio importante para el Estado: exigían que se les pagaran días paralizados). Así, la DC y el PC unidos. Carlos Insunza es también el encargado de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Chile. Firmó una carta de condolencias al “Camarada Kim Jong Un”, hijo del fallecido Kim Jong Il, quizá el dictador más peligroso del siglo XX. Es una verdadera pieza histórica por su contenido y retórica. Dice:

“El Partido Comunista de Chile expresa al pueblo de la República Popular Democrática de Corea, al Partido del Trabajo y en particular a Ud. y su familia nuestras condolencias por el fallecimiento del compañero Kim Jong Il.

En este momento de dolor para los trabajadores y todo el pueblo de la República Popular Democrática de Corea, el Partido Comunista de Chile está convencido de que la lucha por la construcción de una próspera sociedad socialista, por la reunificación del país, la defensa de los intereses del pueblo coreano en contra de las maniobras del imperialismo norteamericano continuarán siendo impulsadas firmemente por quien lo reemplace en los cargos de la dirección del Partido y el Estado”.

Como en estos países comunistas ya queda poco de “comunismo” —son burdas dinastías—, el hijo del difunto dictador se convirtió en el nuevo Gran Líder. Imagino que para Insunza y sus camaradas la desigualdad no existe en países como Corea del Norte. Y los atropellos a los derechos humanos, tampoco. Todavía creen, después de la caída del Muro de Berlín, que Cuba o Corea del Norte son paraísos democráticos.

Finalmente la Contraloría eximió a Julio Pereira. Y de paso desacreditó la tesis de ilegalidad que sustenta el informe de la comisión investigadora de Chahín (según el dictamen, actos administrativos como la condonación no requieren toma de razón). Estas son buenas noticias para la institucionalidad del SII. Pero políticamente son malas noticias para aquellos que dieron la lucha. Lamentablemente, el diputado Chahín quedó disconforme con el dictamen. Ahora acusa una “red de protección que ha articulado Julio Pereira con sus influencias”. A menos que el diputado Chahín pretenda involucrar a la Contraloría en esta red, en política hay que aprender que algunas batallas se ganan y otras se pierden.

Sólo queda esperar la decisión de la Cámara de Diputados respectodel informe de la comisión investigadora que preside el parlamentario.