El Mercurio
Opinión

¿Intelectuales constituyentes?

Leonidas Montes L..

¿Intelectuales constituyentes?

Mientras se esté discutiendo la constitución, enfrentaremos una inédita cascada de elecciones políticas.

En estos tiempos inciertos, una admirable pareja de filósofos que vive el amor por el saber y por el otro, nos invita a pensar. En un ensayo sobre la violencia que apareció en Revista Átomo, Carla Cordua reflexiona sobre nosotros y lo que vivimos. Según la autora “hoy se busca lo inédito, se acentúa lo original, lo inexperimentado y novedoso. Cada individuo quiere probarse original tanto para sí mismo como para los demás. Sloterdijk describe este viraje como una explosión de las libertades”. Esta idea también nos habla de Chile, un país tan especial. Un país de extremos que ha vivido un giro bipolar. Pasamos de la explosión de la libertad, al confinamiento. Y de una depresión endógena, a una exógena.

Y en una breve entrevista este domingo, Roberto Torretti, casado con Carla Cordua, nos cuenta que sigue masticando y gozando en su griego original la “Historia” de Tucídides. Ya nos deleitó con “Por la Razón o la Fuerza” (2017), y ahora, en su “Desastres de la Guerra”, explora esa antigua Atenas atacada por la peste. El realismo de Tucídides – tan actual como imperecedero – sería como una vacuna, nos dice con humor.

El domingo también aparece Carlos Peña hablando de su nuevo libro “La Mentira Noble. Sobre el lugar del mérito en la vida humana”. Con otro sugerente título aborda el mérito, un tema que en Chile se ha discutido mucho, pero se ha aplicado poco. Y esta vez no se cruza, sino que se adelanta a Michael Sandel, quien pronto publicará su “Tiranía del Mérito”.

A propósito del mérito, la semana pasada Iván Jaksic, el gran conocedor y promotor de Andrés Bello y su legado, recibió el Premio Nacional de Historia. En un país donde nos miramos el ombligo, donde hay más cabezas de ratón que colas de león, es notable que hayamos puesto la mirada en un intelectual que además tiene trayectoria e influencia internacional. No es común que reconozcamos a los que les va bien afuera. Solo piense, por ejemplo, en Claudio Véliz o Renato Cristi.

Chile ha tenido y tiene intelectuales de alto vuelo. Quizá por eso Iván Jaksic levantó una inquietud. El autor de “Academic Rebels in Chile” (1989), al ser consultado por el rol de los intelectuales, respondió: “No se aprovecha la experiencia que tenemos”. Tiene un punto. De inmediato se me ocurrió una larga lista y me pregunté ¿cómo sería el proceso constituyente si tuviéramos un grupo de intelectuales de ese calibre? Más aún, ¿cómo sería si fueran un tercio?

Pero antes veamos algunos hechos. Con el Acuerdo por la Paz y una Nueva Constitución, el Congreso renunció a su rol. La nueva constitución saldrá de una Convención o Asamblea constituyente. El 25 de octubre será el plebiscito. El 11 de abril de 2021 elegiremos constituyentes. Y el primer semestre de 2022 tendríamos un plebiscito de salida, que será obligatorio. Los ojos del mundo estarán atentos a este país que suele mirarse el ombligo, un país “excepcional”. Y hay algo de esto último.

Mientras se esté discutiendo la constitución, enfrentaremos una inédita cascada de elecciones políticas. Serán seis; 29 de noviembre, 11 de abril, 9 de mayo, 4 de julio, 21 de noviembre y finalmente el 19 de diciembre de 2021. La pugna por el poder será tensa e intensa. Bajo esta fiebre electoral sin parangón, subirá la temperatura política. Es evidente que necesitaremos constituyentes que hagan su pega con sentido y espíritu republicano.

Los republicanos clásicos distinguían entre la fama y la gloria, entre las luces efímeras y el legado. ¿Se imagina un grupo de constituyentes preocupados de la próxima Constitución y no de las próximas elecciones, intelectuales que privilegien la serena reflexión por sobre la ansiedad política, que prefieran leer en vez de twittear, conversar en vez de vociferar? En fin, ¿qué pasaría si tuviéramos intelectuales constituyentes? En los tiempos que corren, esta esperanza tendría un efecto apotropaico.