Nº 279,  julio 2006.
Puntos de Referencia
Economía
Energía
Medio Ambiente
Políticas públicas

Abastecimiento eléctrico en el SIC 2006-2010: ¿Qué tan probable es un déficit?

Alexander Galetovic, Juan Ricardo Inostroza, Cristián Muñoz M..

  • Esta nota estima la probabilidad mensual de déficit de abastecimiento eléctrico en el Sistema Interconectado Central (SIC) entre junio de 2006 y marzo de 2011. El abastecimiento no es holgado. Las probabilidades de déficit son mayores que cero en la mayoría de los meses, aunque menores que hace un año.
  • En gran medida, la mejora se debe a los aciertos de la Ley Corta 2. De un lado, los aumentos de precio hicieron crecer la demanda por electricidad menos que el PGB durante 2005. Del otro lado, el aumento de precios ha estimulado la conversión a diésel de gran parte de las centrales que operaban con gas natural, la instalación de turbinas diésel y la construcción de pequeñas centrales hidroeléctricas.
  • Con todo, sería temerario ignorar que la situación de abastecimiento podría empeorar si cambian algunos de los supuestos, basado en el plan de obras que usó la Comisión Nacional de Energía (CNE) para fijar el precio de nudo en abril de este año.
  • Como de costumbre, una sequía extrema causaría déficits. La novedad es que son mayores de lo que era habitual antes de la crisis del gas y que para eliminarlos sería necesario instalar bastante más capacidad adicional transitoria.
  • Más importante, si los 1.375 MW que, según el plan de obras de la CNE, entrarían entre octubre de 2009 y octubre de 2010, se atrasan apenas seis meses, las probabilidades de déficit aumentarían fuertemente, sobre todo desde fines de 2009. Por ejemplo, la probabilidad de déficit llega a casi 20% en abril de 2010 si el retraso es de 12 ó 18 meses. Estas probabilidades mensuales son altas: en condiciones normales no serían mayores que .05 o 5%.
  • Por último, si los argentinos cortasen totalmente el suministro de gas, pero se reconvirtieran para funcionar con diésel las dos centrales a gas que aún no lo han hecho, Taltal 1 y Nehuenco 2, la probabilidad de déficit no aumentaría e, incluso, caería. De manera similar, si se dispusiera de gas sin restricciones, la situación del abastecimiento sería un poco mejor pero no muy distinta, aunque el costo de generación sería menor.
  • En resumen, si bien la situación no es desesperada, tampoco hay espacio para cometer errores. Es crucial que las licitaciones de distribuidoras atraigan inversiones en nuevas centrales y los permisos ambientales se tramiten con celeridad. Y es muy importante que se reglamenten de manera eficaz los mecanismos que permitirían estimular las reducciones voluntarias de consumo durante déficits y la generación distribuida de pequeños generadores.